Como ya dijimos en una primera prueba del Peugeot 308, el motor más equilibrado y atractivo era el 1.6 e-HDI turbodiésel con 115 CV. Ahora Peugeot nos ha dejado una unidad con el motor inferior 1.6 HDI de 92 CV para que comprobemos que para el cliente normal que busque un diésel con un precio menor puede ser más que suficiente.
No vamos a entrar en detalle en cuanto a la habitabilidad, las características del puesto de conducción, el acabado o cualquier otra consideración que son comunes y que puedes conocer en la primera prueba del Peugeot 308. En esta prueba analizaremos los precios, consumos y prestaciones, para determinar si el Peugeot 308 1.6 HDI de 92 CV es una buena compra.
Un peugeot 308 más asequible y con menos consumo
El precio del Peugeot 308 HDI 92 CV es de 17.750 euros en versión básica Access y de 19.400 euros en la versión más atractiva Active. Comparado con la motorización de 115 CV, la diferencia es de 1.400 euros, o dicho de otra forma, menos del 10% del precio del de 92 CV. Si se elije esta versión de 92 CV se puede invertir el dinero en más equipamiento, por ejemplo, y esperar unos consumos menores en conducción tranquila.
De todas formas, para quien no suponga mucho esos 1.400 euros dentro de una financiación a tres, cuatro o cinco años, la versión de 115 CV seguirá siendo más atractiva permitiendo cruceros en autopista más altos, con menos esfuerzo y aceleraciones superiores.
Diferencias mecánicas y de conducción
No sólo hay una diferencia de precio. La versión más potente lleva turbocompresor de geometría variable en vez de fija y con más presión de sobrealimentación, el sistema start-stop, la caja de cambios con seis marchas en vez de cinco y mejores frenos, con discos delanteros más grandes. Así pues, además del precio menor, el 308 HDI 92 CV debe ofrecer algo más para compensar tener menos marchas, frenos más pequeños y menor potencia.
Por otro lado, desde el principio se siente el motor muy dispuesto a cualquier requerimiento de aceleración o recuperación, lógicamente con menos fuerza que en la versión de 115 CV, pero sorprende por ofrecer más poder del que se espera. La diferencia de peso, que según la ficha es de 70 kg menos para el de 92 CV, se nota mucho.
La capacidad de aceleración del 115 CV está ahí, siendo 2,5 segundos más rápido en la medición de 0 a 1.000 metros con salida parada, pero en las recuperaciones en carretera, más habituales en la conducción diaria, la diferencia no es tanta. Eso sí, con un desarrollo más corto en la quinta velocidad del 1.6 HDI de 92 CV que el de la sexta marcha del de 115 CV.
Rodando en carretera, los cruceros dentro de los límites de velocidad se hacen sin esfuerzo y subiendo un poco la marcha sin arriesgar los puntos del carnet, el motor de 92 CV tampoco pone muchas pegas. Puede que en los adelantamientos haya que anticipar un poco más y usar más el cambio, pero en el resto de situaciones a ritmos normales este motor cumple bien.
El consumo moderado del Peugeot 308 HDI 92 CV
Para compensar realmente elegir el motor menos potente, el consumo debe notarse más bajo. Nos movimos en 5,5 litros de media en utilización diaria sin esforzarnos mucho en gastar poco, con un tramo de viaje muy cargados en el que se mantuvo en 7 l/100 km.
Son cifras buenas a pesar de los neumáticos anchos y deportivos con perfil bajo de nuestra unidad. Con los neumáticos de serie de baja resistencia a la rodadura y medida 195/65 R15 debería notarse menos consumo aún en los viajes. Frente al e-HDI 115 podemos decir que consume ligeramente menos siempre que circulemos a velocidades tranquilas, cuanto más se sube el ritmo menos diferencias de consumo hay.
Por tanto, creemos indicada la versión con el motor 1.6 HDI de 92 CV para los conductores tranquilos que hagan muchos kilómetros al año en trayectos diarios por ciudad y alrededores y no suelan circular muy cargados.
Tendrán un coche con las mismas comodidades, pero con un precio menor y unos consumos más eficientes. Y provisto de un Seguro de Coche MAPFRE, haremos frente a cualquier eventualidad de la forma más eficaz. Sin embargo, el conductor que haga mucha autopista o carretera preferirá tener el plus de potencia de la versión 1.6 e-HDI de 115 CV para soportar mejor los cruceros, superar los repechos sin necesidad de cambiar y adelantar con más facilidad.
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