El nuevo Hyundai Kona, encuadrado en el llamado segmento B-SUV con solo 4,17 m, aporta una estética distinta, juvenil y muy expresiva, de imagen robusta y campera, resaltada por sus protecciones plásticas y pintura bicolor.
Personalidad inconfundible, elegancia y expresividad.
Ofrecido inicialmente con dos motores gasolina (1.0 4×2 de 120 CV y 1.6 de 177 CV 4×4), un comportamiento rutero de calidad, precio competitivo (21.890 € en la versión intermedia Klass), con el cambio manual de 6 marchas y 5 años de garantía.
El precio que damos es sin descuentos –que los hay– y en 2018 el Hyundai Kona fue Premio Motor Mundial “SUV Compacto del Año” y en este 2019 lo fue como “Coche del Año” del diario ABC, aunque el Hyundai Kona nació en 2017.
Este pequeño SUV, con los revestimientos plásticos de sus pasos de rueda da sensación de robustez y un toque divertido y juvenil, acrecentado con la posibilidad de su pintura bicolor techo-resto de la carrocería.
Su imagen es ciertamente distinta y atrevida, con un frontal muy personal en el que destaca la parrilla con los faros divididos en dos niveles (unos más grandes y muy afilados por arriba, y otros por abajo, los principales, integrados en dos escudos que se unen con las protecciones del guardabarros), su imagen es realmente rompedora.
Representa uno de los diseños más conseguidos de Hyundai en este segmento de los SUV. Y bajo la parrilla hay un tercer nivel de faros, flanqueando la toma inferior de aire, que acoge los antiniebla, junto a otras ranuras decorativas que imitan tomas supletorias de aire.
La cintura alta, con estribos imitados por abajo, el techo con el deflector final prolongándose sobre los pilares C, que parecen soportar el techo, y la zaga con los escudos protectores en las esquinas uniéndose a las luces inferiores (los grupos ópticos repiten el esquema a dos niveles, con los intermitentes y la luz de marcha atrás abajo), un conjunto original.
Con unas medidas bastante racionales (4,17 m de largo, por 1,80 m de ancho y 1,55 m de alto, sobre una plataforma de 2,60 m de batalla), tiene ya una nutrida competencia, más allá de los Renault Captur, Peugeot 2008 y Opel Mokka, puesto que ahora se suman los Citroën C3 Aircross, Seat Arona, Toyota C-HR, Fiat 500X, y hasta su primo el Kia Stonic, entre otros.
No es un todo terreno ni lo pretende, pero puede equipar algunos sistemas que le permiten su carácter todo camino, como el control de descensos, de serie con ambos motores, mientras que la tracción total solo equipa al más potente (reparte el par con el eje trasero si detecta pérdida de agarre en el delantero).
También cuenta con bloqueo del diferencial central, que reparte el par al 50% entre ambos ejes y se desconecta automáticamente al superar los 30 km/h.
Con una altura libre al suelo de 17 cm, y unos neumáticos de asfalto pero con un perfil no demasiado bajo (205/60) en llanta 16, se defiende bastante bien en tierra. Casi tanto o mejor que su hermano de 177 CV con tracción total, pero con unas ruedas muy exageradas en llanta de 17” y de perfil demasiado bajo para conducción “off road” (235/45).
Ambiente agradable y buen nivel de calidad percibida.
Los plásticos, aunque más bien duros, son de agradable tacto, el cuadro se lee bien y la pantalla multimedia central es del tipo flotante, de 5” en el nivel básico y de 7” u 8” en los demás (7” en nuestro caso). Hay varios huecos portaobjetos y una guantera suficiente, y el volante multifunción ofrece varios botones para manejar los sistemas de conectividad y otras funciones.
La habitabilidad es correcta, aunque tampoco destaca en su categoría y el maletero con 361 litros, es de capacidad media, con una bandeja portaobjetos bajo el piso y bajo ésta, una rueda de repuesto de emergencia.
Los asientos delanteros son cómodos y con suficiente banqueta, aunque pecan de poco envolventes. Pero el tapizado textil del nivel Klass es agradable, más quizá que el símil cuero del nivel Style (en el que además pueden ir calefactados y con ajuste eléctrico).
Al volante, se tiene una posición discretamente alta, la ergonomía de mandos es muy correcta, con todos los principales al alcance de la mano, el cuadro con sus dos esferas principales se lee bien y la pantalla multimedia táctil y a color queda a la altura adecuada para no distraer la vista de la carretera, disponiendo además de botones laterales.
Compatible con los sistemas Apple CarPlay y Android Auto, en opción puede montar también un “Head-Up Display”, proyectando en una lámina retráctil transparente la información principal del cuadro y los datos de navegación. Y también un soporte en la consola central para la carga inalámbrica de teléfonos móviles.
El acceso a internet incluye una suscripción gratuita durante 7 años a servicios de información meteorológica, el estado del tráfico, controles de velocidad, puntos de interés, etc.
La amplitud interior, es suficiente sin más; la altura al techo está bien, al menos para estaturas de hasta 1,90 m, pero el acceso a la segunda fila de asientos, sin ser mala no es para tirar cohetes; las puertas tienen poco ángulo de apertura, y la anchura está bien para dos plazas, además de montar banqueta fija (no desplazable longitudinalmente).
El espacio para piernas es suficiente, siempre que no se retrase en exceso el asiento delantero, y el maletero presenta un buen acceso, y aunque sus formas no son muy regulares, puede ampliarse abatiendo los asientos traseros (40/60) hasta los 1.143 litros, que sin ser tampoco mucho ofrece ya un buen volumen para bultos grandes.
Una mecánica bien brillante y parco consumo
Sorprende por su buen empuje desde bajas vueltas, y su capacidad para estirarse por encima de las 5.500 rpm. Es un 3 cilindros turbocomprimido con inyección directa que da 17,5 mkg de par entre 1.500 rpm y 4.000, con prestaciones muy aceptables y poco ruidoso por debajo de 4.500 rpm. El cambio manual de 6 relaciones es preciso y de recorridos más bien cortos.
En cuanto a prestaciones, el Kona 1.0 T-GDI anuncia 12 segundos para cubrir el 0-100 km/h y 181 km/h de velocidad punta, prestaciones en todo caso más que suficientes para un coche tipo SUV.
La unidad de prueba de Motor Mundial ha cubierto el 0-100 km/h en 11,8 segundos y alcanzado los 177 km/h reales (eso sí, en 5ª y a casi 190 de velocímetro, girando a unas 5.300 rpm).
Y en cuanto a los consumos, nos han parecido (en esta versión Klass con neumáticos de 205/60 y tracción sólo delantera) mucho más racionales que los de su hermano de 177 CV, tracción total y ruedas “gordas”.
Nuestro promedio combinado fue de 6,3 lts/100 km, sin pasar de 7 en ciudad que en la práctica es un valor bueno en un coche como éste, sin apenas vibraciones, aunque de 1.500 a 2.500 rpm se nota un leve retraso en la respuesta del turbo.
Comportamiento seguro, sano y confortable
En carretera, el Hyundai Kona se caracteriza por su suspensión segura y confortable, bien equilibrada entre firmeza y blandura y con una buena capacidad de absorción de las irregularidades del piso. Balancea poco en curva, y de forma progresiva sin llegar a inclinarse demasiado, y entrando fuerte desliza antes de delante hasta que el ESP corta el amago.
Con su tracción delantera y 17 cm de altura libre al suelo se mueve a gusto por senderos y pistas de tierra, contando con la ventaja del control de velocidad en descenso (a 8 km/h), y a la vez ágil y preciso sobre asfalto, con una amortiguación que transmite un tacto de pisada deportiva, mostrándose seguro y agradable de conducir rápido, con los neumáticos Hankook Kinergy de la unidad de prueba.
Los frenos con 4 discos de gran tamaño (los delanteros ventilados y los traseros macizos), tienen buen tacto y son progresivos, y además resistentes cuando se le exige al máximo, sin acusar apenas fatiga en trazados de montaña. En tierra, también permite un buen juego sobre pistas de tierra sin excesivas roderas.
Y en ciudad se defiende bien, gracias a unas medidas contenidas, una dirección rápida y suave, y una visibilidad bastante buena bajo todos los ángulos. Además, la cámara de visión trasera y los sensores de aparcamiento son de gran utilidad a la hora de aparcar y maniobrar en recintos angostos.
Por supuesto hay pequeños detalles mejorables; la iluminación nocturna en cruce (halógena) es sólo suficiente, más profunda que ancha, y los intermitentes traseros quedan demasiado bajos, muy expuestos y no permiten verlos a los vehículos que le siguen si hay otro coche por delante, casi todos los colores (metalizados y no metalizados) salvo uno son con sobrecoste.
Y para finalizar, Motor Mundial destaca a favor la relación estabilidad/confort; buenas prestaciones; consumo equilibrado; y garantía de 5 años.
Y en contra la iluminación luz de cruce; banqueta posterior no desplazable; y sobrecoste pintura generalizado.
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