Fiel a la herencia de diseño del primer Porsche 911 presentado como prototipo hace 60 años, la octava generación fue novedad en el pasado Salón de Los Ángeles (noviembre 2018) y empezó a venderse en España en la reciente primavera desde 138.105 euros.
Con una estética evolucionada pero inconfundible, la casa de Stuttgart no ha tardado mucho en presentar su versión sin techo, o sea el 911 Cabriolet S a un precio de 154.395 euros y el 4S de 163.355.
El Porsche 911 descapotable continúa una larga tradición que se remonta a septiembre de 1981, cuando el fabricante de deportivos alemán desveló el prototipo del primer Porsche 911 Cabriolet en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort. El público quedó entusiasmado, saliendo el modelo definitivo de la línea de producción en 1982, siendo ya ésta exclusiva carrocería una constante en la gama.
Porsche juega ahora a un diseño más musculoso, con nuevos faros de diodos y el frontal y la zaga más anchos. El capó rebajado en 4,5 cm para favorecer la estabilidad a alta velocidad, presenta un morro más afilado y limpio en su diseño (en un guiño a los primeros 911). Por su parte, la zaga, preciosa en la versión Coupé, aquí pierde algo de su encanto.
Como en el nuevo Porsche 911 Coupé, las medidas varían. Con 4,52 m de longitud y 1,85 m de anchura, esta nueva carrocería descapotable es más ancha (4 cm) y larga (2 cm) que la generación anterior, mantiene la altura (1,30 m) y la misma distancia entre ejes de 2,45 m.
Su plataforma modular MMB es común para la gama 911 y 718 (Boxster y Cayman), y como el resto de sus hermanos se fabrica en la moderna planta de Zuffenhausen, Alemania, donde también está previsto que sea ensamblado este mismo año el Porsche Taycan.
Silueta inconfundible, con techo de lona
El nuevo Porsche 911 Cabriolet tiene un aspecto más musculado que el de su predecesor, al incorporar pasos de rueda más anchos para alojar unas llantas de 20″ en el tren delantero y de 21” en el trasero. Las versiones de propulsión trasera ahora disponen de la misma anchura de carrocería que las de los modelos actuales de tracción integral.
El frontal es 45 mm más ancho, recuperando una característica de las primeras generaciones del 911 como es un capó más largo y rebajado delante del parabrisas. La zaga está dominada por un spoiler bastante más ancho y con distintas posiciones de ajuste, así como por la elegante tira continua de luz, siendo el eje posterior 44 mm más largo que antes.
Este nuevo modelo sigue las líneas modernas de la versión Coupé, aunque mantiene la inconfundible silueta del Cabriolet. Como en todas las generaciones precedentes, el modelo se acoge a los cánones estrictos del descapotable puro y emplea una capota blanda escamoteable de accionamiento automático, y que lleva la luneta trasera integrada y su estructura contiene elementos con superficie de magnesio, que evitan que el techo se hinche como un globo a altas velocidades.
Esta capota se caracteriza por poder accionarse tanto en apertura como cierre en marcha (hasta 50 km/h), incorporando nuevos elementos hidráulicos que reducen el tiempo de apertura a solo 12 segundos. Para evitar las incómodas turbulencias cuando se conduce descapotado, hay un deflector de viento extensible de forma eléctrica que protege la nuca del impacto del aire.
En su rediseñado interior encontramos un salpicadero con las clásicas líneas rectas del modelo, así como un nuevo cuadro de instrumentos empotrado que se caracteriza por añadir a ambos lados del cuentarrevoluciones analógico central, dos finas pantallas sin marco, configurables para aportar diversos tipos de información al conductor.
No obstante, y como ocurría en el Porsche 911 original, el nuevo cuadro de instrumentos se comunica con la nueva pantalla central del Porsche Communication Management (PCM), que ahora tiene 10,9 pulgadas y promete un manejo más rápido e intuitivo, con órdenes por voz, navegación “online”, sensor de proximidad y dos mandos de acceso directo Direct Touch Control.
En cuanto a los sistemas de sonido, además del Sound Package Plus de serie (como su hermano Coupé), estarán disponibles de forma opcional los equipos BOSE (570W) y Burmester (855W), ambos con 12 altavoces.
Versiones S y 4S para empezar
El nuevo Porsche 911 Cabriolet estará inicialmente disponible en las versiones Carrera S (propulsión trasera) y Carrera 4S (tracción integral). Ambos montan un motor bóxer turbo de 6 cilindros (2.981 cc), que entrega una potencia de 450 CV a 6.500 rpm y un par máximo de 530 Nm entre 2.300 y 5.000 rpm.
Este propulsor ha incrementado la eficiencia y reducido las emisiones gracias a un proceso de inyección mejorado. También se han optimizado apartados como el nuevo diseño de los turbocompresores y del sistema de refrigeración.
Este exigente conjunto motriz homologa ahora un consumo medio de combustible de 9,1 l/100 km en el Porsche 911 Carrera S Cabriolet (208 g/km de CO2 y de 9,0 l/100 km en la variante 4S (207 g/km de CO2), ambos obtenidos bajo el nuevo sistema de homologación (WLTP).
La potencia se transmite a través de una caja de cambios PDK de doble embrague y 8 velocidades de nuevo desarrollo, con la que el Carrera S consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos (con paquete Sport Chronoopcional: 3,7 segundos) y alcanza una velocidad máxima de 306 km/h.
Por su parte, el Carrera 4S llega a los 304 km/h y pasa de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos (con paquete Sport Chrono opcional, ambos rebajan 0,2 segundos). Para el sistema de frenado se podrá optar por unos exclusivos frenos cerámicos.
La posición del motor hace que el Cabriolet sea aún más rígido que su antecesor desde el punto de vista torsional. Además, por primera vez está disponible el chasis deportivo Porsche Active Suspension Management (PASM) para la carrocería Cabriolet. Con él, se emplean muelles más cortos y duros, las barras estabilizadoras (delantera y trasera) son más rígidas y la altura del chasis respecto al suelo se reduce en 10 mm.
Al decir de la marca, estos ajustes hacen que el 911 tenga un comportamiento más neutro en carretera y un mejor reparto de pesos.
Sofisticados sistemas de asistencia en seguridad
Como primicia mundial, y al igual que en su hermano Coupé, el nuevo Porsche 911 Cabriolet incorpora de serie la función Wet, que al detectar agua en la carretera prepara los sistemas de control para esas condiciones y alerta al conductor, que puede ajustar la puesta a punto del vehículo haciendo énfasis en la seguridad con sólo pulsar un botón o utilizando el selector de modos del volante (si lleva el paquete Sport Chrono).
El sistema de aviso y asistencia de frenado, que también es de serie, detecta el riesgo de colisión con vehículos, peatones y ciclistas en movimiento e inicia una frenada de emergencia si es necesario. Un sistema de ayuda al aparcamiento con cámara trasera completa la configuración estándar del Porsche 911 Cabriolet 2019.
Sin embargo, si el cliente desea aumentar las funcionalidades en materia de seguridad, entre las opciones se incluyen el Asistente de Visión Nocturna con cámara de imagen térmica, faros LED matrix (con 84 LEDs cada uno y control individual para asegurar una óptima distribución de la luz, así como el control de crucero adaptativo con control de distancia automático con función de parada y arranque, y la protección reversible para ocupantes.
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