La marca del triple diamante se ha dado prisa en actuar convirtiendo a su modelo estrella, el Mitsubishi Outlander, en un vehículo híbrido enchufable (reconocido con las siglas PHEV), dándole así acceso a la etiqueta “0 emisiones”.
El Mitsubishi Outlander es el vehículo (SUV) más vendido de la marca japonesa, hoy día integrada en la alianza Renault-Nissan, siendo también el “0 emisiones” más vendido en España los últimos años.
Mide 4,70 m y su motorización es de gasolina, más dos motores eléctricos. De suave andadura, silencioso y fácil de conducir, se puede cargar en cualquier enchufe (no hace falta un cargador especial) en unas 5 horas. La marca lo ofrece desde 34.345 € (nivel Motion) con el descuento de promoción incluido.
La renovación comienza por el motor
Con sus 54 km de autonomía homologados en modo eléctrico (EV) con una sola carga de batería, bajo la nueva normativa WLTP, el Mitsubishi Outlander PHEV edición 2019 puede exhibir la etiqueta ecológica azul “0 emisiones”, con sus consiguientes ventajas de acceso al centro de las grandes ciudades en días de alta contaminación, aparcamiento gratuito en la zona de la ORA (verde y azul), libre acceso al carril Bus/VAO, etc.
Mejora bastante a nivel motriz. Su motor 4 cilindros de gasolina sube su cilindrada a 2,4 litros (antes 2) siempre bajo el ciclo Atkinson, entregando ahora 135 CV (antes 121 CV) al mismo régimen de 4.500 rpm con 21,5 mkg de par (antes 19,4 mkg), a la vez que también aumenta su capacidad eléctrica en un 15%, con 13,8 kW, subiendo la potencia del motor trasero eléctrico a 95 CV (70 kW), un 10% más.
La combinación de ambos (junto con el motor eléctrico delantero de 60 kW -82 CV-) ofrece ahora una potencia total conjunta de 230 CV (27 CV más que antes), subiendo a 135 km/h su velocidad máxima en modo sólo eléctrico con un consumo homologado WLTP de gasolina de tan sólo 1,8 l/100 km (dado que puede circular sin consumir nada hasta 54 km), lo que le permite unas emisiones de CO2 mínimas (sólo 40 g/km).
Y todo sin ganancia apreciable del peso final en vacío que, sin embargo, sigue siendo bastante elevado (dos toneladas como mínimo en orden de marcha), lo que también condiciona sus prestaciones.
La tracción total puede darse también en modo sólo eléctrico EV (aunque con menos autonomía), y ahora además de los modos de conducción Normal y EV, se añaden otros dos; Snow (nieve) y Sport, que reparten la potencia.
El cambio sigue siendo el clásico CVT automático por variador continuo. Monta levas al volante que, en este caso, no sirven para subir y bajar de marcha sino para graduar el nivel de retención eléctrica de 0 a 5, y así cargar más rápidamente la batería al retener o bien dejar que el coche circule por inercia “a vela” cuando levantamos el pie del acelerador. Aprovechando bien estos niveles de retención, se pueden hasta superar los 54 km oficiales de autonomía en modo eléctrico.
Y a la hora de la recarga “plug in”, hay dos modos: uno normal mediante un enchufe doméstico convencional, en el que completa la carga en tres horas y media, y el de recarga rápida a través la toma trifásica en “Wall box”, en el que en teoría las baterías se recargan al 80% en sólo 20 minutos.
Amplitud interior y confort de marcha
Al volante, se nota una respuesta más enérgica tanto en aceleración como en recuperación, tanto en modo híbrido como eléctrico puro. El confort de marcha es muy agradable, con suspensiones más bien blandas que filtran todas las irregularidades del piso.
Monta unas ruedas de 18 pulgadas con llantas de nuevo diseño y neumáticos de medida no demasiado grandes (225/55 R18) y nada excesivos para un coche de su peso y tamaño. Ya que sus medidas le convierten en un vehículo grande, con 4,7 m de largo por 1,8 m de ancho y 1,71 m de alto, sobre la conocida plataforma de 2,67 m de batalla.
Dimensiones que se traducen en una generosa habitabilidad en las plazas delanteras, así como en un amplio maletero de casi 500 litros con todas sus plazas ocupadas. La insonorización interior ha mejorado mucho y la banqueta trasera acoge bien a tres adultos.
Alto nivel dinámico pese a su peso
El comportamiento es el que se espera de un vehículo de su porte y peso, con una bien afinada suspensión independiente por un eje pseudo McPherson delantero y multibrazo trasero, en la que, aunque se haya primado el confort, mantiene un alto nivel dinámico, aunque claro está que no se trata de un coche deportivo, sino de un SUV familiar de 5 plazas.
En cuanto a los leves retoques estéticos externos, destaca la nueva parrilla frontal, más llamativa, con los faros de diodo de serie junto a una fina banda para los faros de luz diurna y antiniebla, y abajo, la extensión inferior del paragolpes. Detrás cambia muy poco, sólo el nuevo alerón de techo, y abajo el escudo inferior del paragolpes.
En el interior tenemos nuevos asientos, más cómodos, con un acertado refuerzo lumbar que se nota mucho en los trayectos largos, reduciendo el cansancio.
Hay también una nueva consola central, con nuevos mandos para el sistema de tracción total 4WD y el modo Sport, así como nuevos revestimientos y detalles cromados en puertas, salpicadero y en la misma consola, junto a un cuadro de instrumentos más completo.
En cuanto a las versiones de acabado, el nivel Motion viene ya muy completo de serie, con el sistema multimedia SDA, aviso por presencia en el ángulo muerto del retrovisor, alerta trasera de tráfico cruzado, freno de mano eléctrico, llantas de 18”, acceso y arranque sin llave o climatizador bizona, todo de serie.
El Kaiteki suma los faros Bi-LED, control de velocidad adaptativo, sistema de mitigación de colisión frontal con detección de peatones, alerta de salida de carril, activación de luces de carretera automático, faros antiniebla por LED, cámara de visión 360°, sensores de aparcamiento delanteros y traseros y portón del maletero eléctrico.
El nivel Kaiteki+ añade la tapicería de cuero “premium”, techo solar eléctrico, regulación eléctrica en el asiento del conductor y otra toma de 1.500 W en las plazas traseras.
Como híbrido enchufable este Outlander PHEV ahora renovado, tanto en su potencia motriz como en su equipamiento, es una buena alternativa frente a los turismos y SUV convencionales diésel e incluso híbridos no enchufables, al apoyarse en su atractivo precio de lanzamiento.
Como resumen de la prueba destacamos a su favor su precio excepcional, su tracción total, habitabilidad y confort de marcha, maletero amplio y facilidades de recarga. Y en el otro lado de la balanza, lo que consideramos en contra sería: su diseño un tanto rebuscado, el cambio por variador continuo, peso muy alto y prestaciones algo escasas.
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