Lanzado al mercado español en otoño de 2015, el Mercedes GLC es el SUV medio que sustituyó al primitivo GLK que llevaba 10 años en el mercado. Ahora, recientemente renovado, destaca por su atractivo y versatilidad y disfruta de las más modernas funciones de asistencia en la conducción y conectividad.
Con sus 4,66 m de largo y un formato ancho (1,89 m) y deportivo, la verdad es que el GLC ya tiene poco de compacto, situándose al nivel del BMW X3, Audi Q5 o de Volvo XC 60.
En este restyling ofrece una estampa algo más deportiva en la que proliferan los elementos cromados y destacan la nueva parrilla delantera de contornos acusados, los nuevos paragolpes, las protecciones y el nuevo diseño de faros y grupos ópticos.
Los faros se afilan y aplanan, disminuyendo su tamaño, y cambia el diseño de la luz de cruce diurna, mientras que los pilotos traseros (de diodos) cambian su forma y diseño interno sin variar su forma externa.
Hay también nuevas llantas de aleación (de 18” a 20” de diámetro), y se mantiene la carta de colores de la carrocería, con el añadido de uno nuevo (gris grafito), siendo los acabados de alto nivel.
Como buen SUV de vocación todo terreno, todos los GLC 2019 llevan tracción total (4Matic) de serie, con cinco programas de conducción (Comfort, Eco, Sport y Sport +, más el de configuración individual), que afectan al tacto de la dirección, suspensión (ahora con amortiguación variable opcional), cambio de marchas y motor. Y si se elige el paquete técnico “Offroad” (con suspensión neumática) para mejorar la respuesta en tierra, se añaden dos programas más: “Offroad” y “Offroad +”.
Por dentro, cambios más profundos
El volante multifunción permite ahora modificar los datos del cuadro (Touch Control) y del sistema multimedia, ahora también por pantalla táctil (desaparece el anterior mando en la consola) y de activación gestual y por voz. Esta última se realiza a través de la nueva generación del Mercedes Benz User Experience que entra en acción al decir “¡Hola Mercedes!”, para manejar por voz los sistemas de audio, climatización, navegación, teléfono e internet de forma intuitiva y natural.
Como en los últimos Mercedes el cuadro es digital, de hasta 12,3 pulgadas (en opción), de serie solo es de 7 o 10,2 pulgadas), lo mismo que la pantalla multimedia (de 7” o 10,2”), pero tanto el cuadro como la pantalla no están juntos, uno al lado del otro, como en los Clase A, sino separados, como en los Clase C.
Además, estos nuevos GLC 2019 pueden montar la función “Car-to-X-Communication” que, gracias a la transmisión de datos entre vehículos y con la propia infraestructura viaria, advierte al conductor de situaciones de peligro en el tráfico.
El MBUX se ha sofisticado mucho: reconoce los movimientos del conductor y acompañante, de forma que cuando estos acercan sus manos a la pantalla, esta cambia sus menús resaltando los de uso más frecuente.
Además, tiene una función opcional de “realidad aumentada” en el navegador, con una cámara situada delante del espejo retrovisor que “lee” todo lo que hay frente al coche, añadiendo sus imágenes en la pantalla central sobre las indicaciones que da el navegador.
Nueva batería de motores e hibridación ligera
La oferta motriz destaca por su potencia para mover los 1.850 kg de este SUV y corre a cargo de los nuevos motores OM 264 en gasolina y OM 654 en diésel, ambos de 4 cilindros, dos litros de cubicaje y turboalimentados por inyección directa. El de gasolina se ofrece en dos niveles de potencia con 197 y 258 CV (GLC 200 y GLC 300), y el diésel en tres, con 163, 194 y 245 CV (GLC 200d, GLC 220d y GLC 300d).
Además de la tracción total 4Matic, todos los GLC vienen también de serie con el cambio automático 9G-Tronic de 9 relaciones, dotado de función de rodaje “a vela”, que permite que se desacople para rodar por inercia a motor parado, volviendo a ponerse este en marcha al pisar de nuevo el acelerador.
En el caso de los GLC 200 y 300 de gasolina, cuentan también con la hibridación “light” EQ-Boost, un sistema de microhibridación compuesto por un alternador/motor de arranque movido por correa y alimentado por una red propia a 48 voltios, que en España les permitirá lucir la pegatina ambiental “Eco” de la DGT.
La amortiguación variable opcional forma parte de la suspensión Dynamic Body Control, y puede montarse con la suspensión neumática o con la convencional, actuando siempre en ambos ejes y asociando su respuesta gradual con los distintos modos de conducción del sistema Dynamic Select.
Numerosas ayudas a la conducción
Cuenta con una larga lista de ayudas a la conducción de serie y opcionales, desde la frenada autónoma selectiva ante distintos obstáculos (peatones, ciclistas, objetos…), al mantenimiento activo de carril, con lectura de marcas en el piso y del sentido del resto del tráfico.
Destaca la asistencia a la marcha atrás con remolque, la frenada automática de antelación ante retenciones (con el asistente activo Distronic en combinación con la información Live Traffic del navegador) y el aviso de proximidad de otro vehículo o ciclista a los pasajeros en el momento de abrir las puertas para salir.
Otra novedad es la función de giro del asistente de frenado activo, que, actúa sobre los frenos reduciendo el riesgo de posibles colisiones.
En definitiva, un Mercedes GLC muy bien actualizado, gracias a este restyling a los cuatro años de su lanzamiento, que ya está en los concesionarios de la marca desde un precio de 50.700 euros.
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