Habían pasado ya 38 interminables años y cuando ya nadie lo esperaba, Mercedes presentó en el Salón de Detroit de 2018 la nueva generación de su todoterreno puro y duro de la Clase G, que data de 1979, manteniendo sus características y su condición de todoterreno más completo del mercado; con chasis propio, tracción total con diferenciales desconectables y su caja “transfert”. Ya a la venta en España desde 115.000 euros.
Uno de los pocos todoterrenos reales con imagen ya histórica
Daimler, a través de su casa Mercedes, mostró en Detroit su nuevo “tanque con ruedas”, como le llaman algunos, que estrena nueva carrocería (aunque no lo parece, al ser muy parecida a la actual) con el chasis a base de largueros y travesaños, para conservar todas sus capacidades “off road”, algo necesario en un modelo que sigue estando considerado como uno de los pocos todoterreno puros del mercado y también como el mejor en su género (y también el más caro).
Sus medidas crecen un poco (algo más de 5 cm más largo por 12 cm más ancho e igual de alto) y el diseño, repitiendo la estampa conocida con formas angulosas y cuadradas, suaviza un poco sus aristas, aunque manteniendo muchos detalles de la anterior Clase G, desde los listones protectores laterales a otros más rústicos como las bisagras exteriores de puertas.
Con su rueda de repuesto exterior colgada del portón trasero o los grandes intermitentes de las aletas, su perfil luce ahora más musculoso, con unos pasos de rueda más integrados para no parecer tan postizos como antes, y en general, se suaviza un poco su apariencia de “tanque” con ruedas.
El frontal monta ahora faros de diodos y las ayudas a la conducción se ponen al día, conforme a las ya ofrecidas en los últimos modelos de la marca de la estrella.
El nuevo Clase G utiliza la plataforma MHA creada por la marca especialmente para sus modelos SUV, realizada mediante el empleo intensivo y extensivo de aluminio (puertas, capó, aletas, portón…) a fin de rebajar su peso, con lo que ha logrado disminuirlo en 170 kg menos. Y más adelante se espera una versión pick up (que ya ha sido vista entre los prototipos).
La marca asegura que ahora el coche es más ágil, dinámico y cómodo que antes sobre asfalto. Y todo ello manteniendo su chasis de travesaños dobles (en “escalera”), el eje rígido posterior, los diferenciales con bloqueo (3 niveles) y por supuesto, la reductora.
En cuanto a las suspensiones, el eje anterior es independiente por dobles triángulos superpuestos y el posterior rígido con barra transversal Panhard, pudiendo contar con amortiguación adaptativa variable, ahora también disponible en opción para este modelo.
La altura de los ejes se ha subido un poco, para mejorar las cotas todoterreno (hasta 27 cm de altura libre al suelo en el eje delantero y 24 cm en el trasero), y con ello se aumenta también su capacidad de vadeo en agua hasta los 70 cm (10 cm más que antes), con unos cortos ángulos de ataque (31º), ventral (26º) y de salida (30º).
Al tiempo, la reducción de peso mejora la rigidez torsional del bastidor (+ 55%). La dirección es ahora de cremallera y por asistencia electromecánica, pudiendo incorporar ayudas como el Parking Assist, y con tres niveles de dureza, seleccionables según los diferentes modos de conducción.
Cambio total en el interior
El salpicadero es nuevo, con cuadro de mandos digital, una gran pantalla táctil multimedia, nuevos asientos, nuevos remates y acabados, etc, aunque se mantienen algunos detalles del anterior G como el asa del salpicadero, o los controles cromados del bloqueo del diferencial. Tanto el cuadro digital como la pantalla multimedia son del mismo tamaño (12,3”), siendo opcionales (de serie viene con el analógico).
Además, estrena un “touchpad” táctil en la consola para el control del sistema multimedia, y podrá contar con un nuevo equipo de sonido Burmester con 16 altavoces y 590W, asientos calefactados (de serie), y en opción también ventilados y con función masaje, con ajuste variable de respaldos, banqueta y lumbar, y con distintos kits estéticos de acabado.
Todos los asientos vienen de serie con calefacción (delante y detrás), memoria de posición en el del conductor y reposacabezas de doble ajuste. Y entre los paquetes especiales opcionales de equipamiento hay dos de interior (Exclusive y Exclusive Plus).
El cuadro ofrece tres configuraciones diferentes (Classic, Sport y Progressive) y las cotas interiores ganan en todas sus dimensiones, con 15 cm más de espacio para piernas en las plazas traseras, junto a un sensible aumento de anchura interior útil (7 cm más delante al nivel de los codos, y casi 6 cm más detrás).
Motor Mundial ha podido conducirlo someramente y con solo una versión de motor (la G 500 presentada en Detroit), que equipa el mismo 4.0 V8 biturbo de gasolina que el G 500 4×4², con 422 CV, un par máximo de 62,2 mkg 2.000 y 4.750 rpm, y un consumo oficial combinado de 11,1 l/100 km (263 g/km de VO2).
Su cambio automático de 9 relaciones, el 9G-Tronic por convertidor de par, ofrece cinco modos de conducción (Comfort, Sport, Individual, Eco y G-Mode) que varían los ajustes de suspensión, dirección, motor, cambio y otras asistencias.
El G-Mode es específico de este modelo, para uso en todo terreno, que se activa al seleccionar la reductora o alguno de los tres bloqueos del diferencial, a fin de reducir las pérdidas de tracción (evitando cambios de marcha innecesarios), adaptando de paso todos los sistemas del vehículo a la conducción “off road”.
Fabricado como hasta ahora en la planta austríaca de Graz, esta nueva Clase G ya se ofrece en el mercado europeo donde está considerado el no va más entre los vehículos todoterreno, utilizados para misiones difíciles campo a través por terrenos escarpados a la vez que, como vehículo de representación, dada su exclusividad.
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