Nos parece importante resaltar que, en esta selección de 15, solo una marca repite con sus modelos y se trata de Lancia que aporta nada más y nada menos que sus 3 modelos míticos que durante muchos años fueron los número 1 indiscutibles en el campeonato mundial de rallys.
Los mejores coches de rallys
La siguiente relación la hemos realizado por orden alfabético de marca/modelo, ya que no sería fácil realizar un ranking de todos ellos.
Audi Quattro S1
Con una impresionante aerodinámica. Su tracción total empezó el proceso de sustitución de la hasta entonces tracción trasera en competición, dando especial relevancia a su marca.
Fue en 1981 cuando se presentó y quedó tercero en el mundial, pasando a segundo en 1982 con Michelle Mouton pilotando, y obteniendo el título de pilotos en 1983 con el mítico Hannu Mikkola. En 1984 se alzaron primeros con Stig Blomqvist como piloto y también primeros como marca constructora.
Contaba con un motor de 2,1 litros con 510 CV de potencia y 435 Nm de par motor máximo, consiguiendo los 100 km/h desde parado en tan solo 3,1 segundos.
Citroën C4 WRC
Fue un hito en sustitución de Citroën Xsara WRC que entre el 2003 y el 2006 logró tres títulos de pilotos (con Sebastien Loeb) y dos títulos de constructores (2003 y 2004).
Su palmarés es espectacular con 4 títulos de pilotos para Loeb, 4 títulos de marca, 36 victorias en 56 competiciones vividas, y todo ello gracias a su motor de 2 litros con 315 CV y un par motor de 419 Nm y una aceleración de parado hasta 100 km/h en 4 segundos.
Ford Escort RS1800
Una tracción trasera de la década de los 70 que aportó un auténtico espectáculo al mundo de los rallys.
Consiguió el mundial de constructores en 1979 así como el título de pilotos con el sueco Björn Waldegard, al igual que en 1981 con el finlandés Ari Vatanen.
En su variante RS1800 su propulsor era un motor de 1.800 cc y 190 CV, que en su época eran cifras muy elevadas, aportando un escaso y bien distribuido peso, sin apenas electrónica, lo que obligaba a una conducción muy precisa.
Lancia Stratos
Una aerodinámica superlativa que inició su participación en el mundial de 1974 dentro del Grupo 4, consiguiendo 3 títulos de constructores (1974, 1975 y 1976) y de pilotos en 1977 con Sabdro Munari, lo que le convierte en el primer coche campeón de la historia.
Contaba con un motor V6 de 2,6 litros y 265 CV de origen Ferrari, consiguiendo un par motor máximo de 203 Nm con tracción al eje trasero y una aceleración hasta 100 km/h en 4,1 segundos.
Lancia 037
En la primera mitad de los años 80 este Lancia 037 se coronaba como uno de los más grandes representantes de la era de los Grupo B, siendo considerado por Alter Rohrl como su coche favorito de todos los tiempos.
Su propulsión era a través de un motor de 2 litros procedente del 131 Abarth (que consiguió 3 títulos de marcas y 2 de pilotos en la década anterior), con una potencia muy por encima de los 300 CV y una aceleración hasta 100 km/h en 4,3 segundos.
El Lancia 037 consiguió el título de marcas constructoras en 1983, aunque no logró sumar título de pilotos.
Lancia Delta
Ya dentro del Grupo A (al prohibirse los Grupo B), Lancia entró en competición con su Delta S4, consiguiendo con este modelo mítico 4 campeonatos de pilotos (Juha Kankkunen y Miki Biasion, dos cada uno), 6 títulos de marcas, todos consecutivos entre 1987 y 1992; y un total de 46 victorias.
De esta manera el Lancia Delta sigue siendo el coche más laureado de la historia del mundial de rally.
Su primera versión contaba con 250 CV y poco a poco fue aumentado potencia hasta superar los 300 CV, lo que, unido a su continua pérdida de peso, aportaba al conjunto una gran capacidad de competición.
MG Metro 6R4
Este coche, por su complejidad de manejo, apenas logró importantes resultados en competición, aunque siempre dejó un gran recuerdo entre los aficionados, logrando un tercer puesto en el rally de Gran Bretaña de 1985 a las manos del británico Tony Pond.
Contaba con un motor de 3.0 litros con 410 CV y 270 Nm de par, y fue diseñado por los ingenieros de Cosworth junto con el equipo Willians de F1, alcanzando los 100 km/h en 3 segundos.
Solo disputó parcialmente la temporada de 1986 y no siguió posteriormente con sus potenciales desarrollos hacia otras campañas del mundial.
Mini Rally
El Mini que había nacido como el coche que debía motorizar a la clase trabajadora británica tuvo un éxito muy notable en rallys, en especial en la prueba mítica de Montecarlo.
Con su pequeño motor de 1,0 litros y 70 CV (111 Nm de par), conseguía acelerar desde parado hasta los 100 km/h en solo 7 segundos, cota que es muy buena para su época, consiguiendo, tras pasar por las manos del preparador de coches de competición John Cooper, una gran victoria en 1964 en el complicado recorrido de Mónaco, frente a coches mucho más potentes. Repitió victoria en 1965 y 1967.
Mitsubishi Lancer
Se trata de uno de los coches más destacados en cuanto a resultados, ya que consiguió 4 títulos de pilotos siempre a los mandos del finlandés Tommi Makinen en los años 1996 a 1999, aunque inició su andadura en el campeonato mundial en 1992 y con el tiempo demostró ser uno de los ágiles en todo tipo de terrenos.
Fue uno de los grandes de los Grupo A y nunca pasó a la categoría WRC, manteniendo una mecánica muy estable a lo largo de sus evoluciones con su motor de 2,0 litros y 280 CV (369 Nm de par motor), con el que aceleraba hasta 100 km/h desde parado en solo 5,5 segundos.
Peugeot 205 T16
Fue el de mayor dominio en la época dorada de los Grupo B en el Mundial de Rallys, apareciendo en 1984 y consiguiendo los títulos de constructores en 1985 y 1986 junto con el de los pilotos bajo el pilotaje de los finlandeses Timo Salonen y Juha Kankkunen.
Al prohibirse los Grupo B al final de la temporada de 1986, el Peugeot 205 T16 se dirigió hacia el Dakar, logrando 4 victorias consecutivas entre 1987 y 1990 (los dos últimos años ya vestido en su variante 405). En total consiguió 16 victorias y actualmente es uno de los coches más cotizados en las subastas de vehículos clásicos.
Su propulsor 1.8 con 460 CV y 361 Nm, permitía aceleraciones en 4,5 segundos hasta los 100 km/h.
Porsche 959
Aunque se presentó en la etapa de los Grupo B, sus grandes logros fueron en los raids, venciendo en el Dakar de 1983 y 1984 con Metge, siempre con una mecánica muy compleja que aportaba muy buenos resultados.
La versión de rally llegó a disponer de un motor V6 de 2,8 litros, con 444 CV y un par motor de 369 Nm, capaz de alcanzar desde parado los 100 km/h en 3,6 segundos.
Renault R5 Turbo
En los 80 Renault se lanzó al mundo de los rallys con una mecánica sobrealimentada por turbocompresor, decorando su R5 de forma muy radical con los colores de la marca (blanco, amarillo y negro) y con el espectacular piloto Jean Ragbotti al volante.
El Renault 5 Turbo vivió varias evoluciones, y logró solo 4 victorias en el mundial (2 en el Tour de Corse francés, una en Montecarlo y la última en Portugal), a pesar de ser un coche realmente rápido sobre todo en los tramos más virados.
No destacó nunca por un importante motor, ya que contaba con 1,4 litros y 265 CV, con un par motor máximo de 221 Nm y una aceleración hasta los 100 km/h en 7,7 segundos.
Subaru Impreza
Empezó a ser un coche competitivo de la mano de Carlos Sainz en 1994, con posibilidades de alzarse con el título en dicho año, aunque lo perdió con Didier Auriol (Toyota). Igualmente, en 1995 consiguió el título bajo el volante de Colin McRae, siendo segundo Carlos Sainz.
Este coche japonés vivió múltiples evoluciones, aunque la más llamativa fue el Subaru Impreza S3 WRC de 1997, con una aerodinámica rompedora y un aspecto súper moderno. Contaba con un motor de 2,0 litros bóxer de 310 CV y 367 Nm de par, que alcanzaba los 100 km/h en solo 5 segundos, y consiguió 3 títulos de marca/constructores en los años 1995, 1996 y 1997.
Toyota Celica GT Four
Toyota es una marca que siempre ha estado presente en el mundial de Rallys con bastante éxito (a finales de los 80 Carlos Sainz fue el primer piloto que se alzó con el título a los mandos de un Toyota).
El Toyota Célica GT 4 debutó en el campeonato mundial poco después de 1991, logrando el título de pilotos ya en 1992 y continuando con múltiples victorias y títulos en las siguientes campañas, consiguió el título de pilotos en 1993 con Juha Kankkunen y en 1994 con Didier Auriol, además del campeonato de constructores en ambos años.
Su motor era un 2,0 litros de 295 CV y 339 Nm de par, alcanzando los 100 km/h desde parado en 4,3 segundos.
Volkswagen Polo R WRC
Se impulsaba con un motor de 1,6 litros de 315 CV y 425 Nm de par motor, logrando 43 victorias en 52 carreras, lo que le aporta el título de mejor porcentaje de victorias en la historia del mundial de rallys.
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