El nuevo Hyundai Nexo es el primer coche de pila de combustible de hidrógeno “fuel cell” que se comercializa en España. Con tan vanguardista propulsión, que es su principal ventaja, no emite ningún gas contaminante y tiene una autonomía superior a la de cualquier coche eléctrico.
Y de ahí que el jurado de Motor Mundial le concediese su premio al “Coche de Vanguardia del año 2019”. Por ser un coche muy innovador y avanzado a su tiempo que, por su tecnología, está llamado a marcar el pistoletazo de salida del coche del futuro.
Las particularidades del Hyundai Nexo
El nuevo Hyundai Nexo no necesita puntos de recarga eléctrica, ya que se autoalimenta con su propia planta de generación de energía que lleva a bordo, a través de una celda de combustible que convierte el hidrógeno en energía eléctrica.
Otra particularidad la constituye el mensaje que advierte el coche en la cubierta del motor eléctrico, que dice así: “alto voltaje: no retire esta cubierta, puede morir o ser herido si la retira”. El caso es que la cubierta protege la celda de combustible que alimenta las baterías (dos cajas negras situadas tras el asiento trasero).
Por último, debajo del coche, se almacenan los depósitos, tres concretamente, que efectivamente quedan a la vista y guardan en su interior el hidrógeno en estado gaseoso, si bien el resto del espacio de los bajos del coche está carenado con placas de plástico.
Hyundai, líder en vehículos de pila de combustible
El nuevo Nexo no solo es el máximo representante del compromiso de Hyundai con el desarrollo de vehículos respetuosos con el medio ambiente, sino que refuerza la posición del grupo coreano como líder en la industria de vehículos eléctricos de pila de combustible (FCEV).
Una tecnología que elimina la dependencia de la capacidad de las baterías para asegurar la autonomía del coche eléctrico, para situarla al mismo nivel que la de los mejores vehículos con motor de combustión, y por supuesto respetando siempre su carácter de motorización “cero emisiones”.
Hyundai ha sido pionera en el desarrollo de esta tecnología desde 1998, con presencia comercial desde 2013, cuando fue la primera marca en lanzar al mercado vehículos FCEV con el ix35/Tucson Fuel Cell. Y ahora es también la primera en comercializarlos en nuestro país, y aunque sea todavía en cantidades mínimas, marca un hito en nuestro mercado.
Lo anterior, no deja de constituir un hecho sin precedentes en la industria del automóvil que marcará un antes y un después en el futuro, porque conviene recordar que en 2017 Hyundai ya había vendido 500 vehículos de pila de combustible en Europa, una cifra mayor que las ventas de todos los demás fabricantes juntos, para un vehículo comercializado en 18 países a nivel mundial, 13 de ellos europeos.
Hyundai Nexo, una autonomía similar a la de un coche convencional
Exteriormente aparece como un turismo tipo SUV de tamaño medio/grande (4,67 m de largo por 1,86 m de ancho y 1,63 m de alto), unas medidas casi idénticas a las de un Audi Q5, por ejemplo (y unos 20 cm más corto que un Hyundai Tucson, para no salirnos de la marca coreana), con capacidad para 5 plazas y un maletero de 461 litros de capacidad con todas ellas.
Un volumen similar al de la media de sus rivales convencionales, que puede ampliarse mediante el plegado de los asientos traseros (en formato 60/40) hasta alcanzar los 1.466 litros, con un piso de carga plano, lo mismo que el suelo del habitáculo, dado que los depósitos de hidrógeno han sido colocados en los bajos para aprovechar al máximo el espacio para las piernas de los pasajeros traseros.
Hyundai ha dispuesto tres tanques de 52,2 litros cada uno sumando un total de casi 157 litros, capaces de proporcionar a este Nexo una autonomía de 756 km en ciclo NEDC, limitado bajo la actual normativa WLTP a unos muy razonables 666 km, que sigue siendo una autonomía similar a la de un turismo con motor de combustión convencional.
Estéticamente, su carrocería recuerda a la de un Tucson más estilizado, con la nueva parrilla en cascada de Hyundai integrada junto a unos faros de diodos en una rejilla de formas onduladas, con los pilares traseros inclinados y las llantas de aleación de diseño aerodinámico para optimizar el flujo de aire y reducir su resistencia al avance.
Los faros se disponen en dos pisos (el superior alineado con el borde superior de la parrilla, y el inferior justo en las esquinas), con los grupos ópticos traseros triangulares e igualmente de diodos, partidos entre portón y aletas.
Destacan los limpios laterales de manillas enrasadas (se pliegan automáticamente en cuanto se inicia la marcha -a partir de 3 km/h- y se despliegan simplemente con tocarlos o pulsando un botón). El conjunto resulta original y atractivo, como corresponde a un vehículo tan vanguardista como éste.
Un puesto de conducción cómodo y ergonómico
Conducimos con todos los mandos muy a mano, y con los principales en el volante, para no distraer las manos de este, incluidas las levas para regular el nivel de la frenada regenerativa. No hay palanca ni selector del cambio en su transmisión automática electrónica, sustituidos por unos sencillos botones situados junto a la tecla del freno de mano eléctrico, que permiten gestionar los modos del cambio electrónico.
Predomina un diseño futurista y minimalista (sobre todo en la consola central), con materiales y revestimientos de calidad y especialmente ecológicos, desde el techo realizado a base de bambú, a los plásticos, costuras y alfombrillas. De hecho, es el vehículo con mayor uso de materiales ecológicos y reciclados del mercado.
El cuadro de instrumentación es digital, lo mismo que la pantalla multimedia, siendo el primero de 7” (17,8 cm) y la segunda mucho mayor, de 12,3” (31,2 cm) y por supuesto táctil, además de divisible para ver dos escenas de forma simultánea. Tiene conectividad con Apple CarPlay y Android Auto, dispositivo de carga inalámbrica para teléfonos móviles, etc.
Su motor eléctrico mueve las ruedas delanteras con una potencia máxima de 120 kW (163 CV) y un par máximo de 40,3 mkg, resultado de la entrega conjunta de los 95 kW que da la pila de combustible más los 40 kW que aporta la batería (recargada por la misma), con una potencia teórica combinada de ambas de 135 kW (184 CV).
Pero conviene precisar que esta potencia que no se utiliza toda en el motor (hay que contar el consumo por los demás servicios, refrigeración, recarga de batería, etc), aunque la pérdida siempre es menor que en los sistemas de hibridación eléctrica, aquí nos quedan útiles 163 CV con los que el Nexo es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 179 km/h.
La batería de ion-litio (1,56 kW/h de capacidad) se utiliza en estos coches con pila de combustible para el suministro de energía al motor durante los arranques tras las detenciones (pero también puede sumarse durante la conducción si se le exige la máxima potencia). Esto se debe que la pila de hidrógeno no produce electricidad en las paradas y exige cierto tiempo para activarse.
Por último, el hidrógeno es un elemento portador de energía muy versátil, limpio y seguro bajo los estándares de almacenamiento empleados; además, puede obtenerse a través de electricidad renovable y combustibles fósiles bajos en carbón. Por eso el Hyundai Nexo, como vehículo “cero emisiones” puede lucir la etiqueta “Cero” de la DGT.
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