La marca japonesa pionera en lanzar un vehículo todo camino (1995), aborda con esta nueva generación, la quinta de su SUV grande, la versión europea de su Honda CR-V que vuelve a destacar por su habitabilidad y versatilidad, al tiempo que incrementa su calidad interior y refinamiento.
Con ello anuncia también una versión 7 plazas (disponible como opción) y una variante ecológica de naturaleza híbrida.
Primera prueba Honda CR-V
Sin variar su longitud (4,60 m), gana 3,5 cm de anchura y rebaja un poco su altura, dando la sensación de ser bastante más grande, que no lo es.
En lo que sí gana es en espacio habitable al hacer 3 cm más grande su distancia entre ejes y reorganizar su interior, a la vez que acorta su voladizo trasero y hace más grandes los pasos de rueda, dando cabida a unas ruedas mayores, al tiempo que separa su plataforma 3,8 cm más del suelo, aumentando sus posibilidades “off road”.
El nuevo CR-V tiene un diseño exterior renovado, con unos pasos de rueda más anchos, unas líneas más definidas en el capó y en los paneles traseros, y su frontal es distintivo de la gama Honda, con una ligera evolución de sus faros, ahora multi-led.
Los pilares A son más estrechos y los paragolpes delanteros y traseros van esculpidos con un estilo deportivo, mientras que las cubiertas bajo el motor y bajo el piso contribuyen a hacer del nuevo CR-V uno de los automóviles aerodinámicamente más eficientes de su clase.
También incorpora el sistema Active Shutter Grille de Honda (parrilla activa), que ayuda a minimizar el consumo de combustible y mejorar la aerodinámica. Y en cuanto al chasis, es el más sofisticado hasta la fecha para un CR-V, y garantiza una experiencia de conducción y un confort de marcha estimulantes, así como reivindica una auténtica capacidad off-road.
Además de la versión 2.0 i-MMD híbrida que también hemos conducido, el nuevo Honda CR-V se ofrece también con un motor de gasolina turboalimentado de 1.5 litros de cilindrada (173 CV), excelente en sus prestaciones y consumos (también puede pedirse con 193 CV).
Motor Mundial ha tenido ya un contacto con la versión de 173 CV, con cambio manual y tracción 4×4, cuyo precio ronda los 40.000 euros.
Gran confort y poco ruido
Pese a sus dimensiones, 4,60 metros de largo, 1,85 de ancho y 1,68 de alto, tiene un peso contenido (1.573 kg) para ser un SUV y ofrece un alto grado de confort interior.
No escatima esfuerzos en cuidar al máximo los niveles de calidad e insonorización (uso de “silent blocks” hidráulicos, incremento de materiales aislantes e incorporación por primera vez de la cancelación activa del ruido de baja frecuencia, generando en el momento preciso una señal de sonido de una fase inversa para anularlos).
En cuanto a la amplitud del habitáculo, con 2,66 m de batalla (3 cm más que antes) sigue siendo muy generosa, tanto para las plazas delanteras como para las traseras, que tienen un buen acceso y bastante desahogo de espacio, ganando 5 cm para las piernas. Y como novedad, el portón eléctrico “manos libres” del maletero añade la útil función “Stop-and-hold” que permite fijar la altura de apertura deseada.
Salpicadero, cuadro de instrumentos y conectividad no pasan desapercibidos, e incluyen las últimas tecnologías electrónicas compatibles con Apple o Smartphones con sistema Android, incorporando 4 puertos USB Head-Up Display y una bandeja configurable en la consola central.
Con un puesto de conducción excelente y con la palanca del cambio muy a mano, Honda pone el énfasis en la distribución horizontal del salpicadero, lo que contribuye a crear una cabina más espaciosa, y también acentúa la sensación de anchura y amplitud.
Cuenta con dos pantallas de 7 pulgadas (una en el cuadro de instrumentos y otra incrustada en la parte alta de la consola central), mientras que el diseño de los controles se ha racionalizado con un sencillo grupo de mandos situado debajo de la pantalla táctil central para la gestión del climatizador.
Honda CR-V. Interior, ahora con 7 plazas
El nuevo Honda CR-V cuenta ahora con una mayor distancia entre ejes (2,66 m) y un interior mucho más espacioso. Esto ha sido aprovechado para optimizar al máximo su espacio interior, ofreciendo una gran amplitud para todos los ocupantes, así como un maletero de 561 litros más ancho y profundo (con rueda de repuesto de emergencia), que lógicamente se reduce en la versión de 7 plazas hasta los 472 litros (150 con todos desplegados).
El nuevo piso del maletero de dos posiciones permite crear una superficie plana para cargar objetos más grandes.
La nueva configuración interior se ha aprovechado para incorporar nuevas funcionalidades inteligentes que hacen que el nuevo CR-V sea más práctico para el uso diario. Por ejemplo, es posible programar la altura de apertura del portón trasero para evitar el contacto con techos bajos, y la practicidad interior se ve reforzada por los tres modos de almacenamiento de la consola central.
Además, en la versión opcional de 7 plazas, los asientos de la segunda fila (desplazables 15 cm), son abatibles con un único movimiento y con distribución 60:40, permiten cargar el vehículo más fácilmente y más rápido.
En cuanto a la tercera fila de asientos también es abatible y ofrece un espacio para las piernas más dimensionado de lo que habitualmente nos encontramos, así como un ángulo de asiento de 101 grados para garantizar la comodidad de los pasajeros durante los trayectos largos, aunque no dejan de ser más propios para niños (un adulto de más de 1,75 m no va muy cómodo al tocar el techo con la cabeza).
Nuevos motores dinámicos y eficientes
En cuanto a su moderno motor de aleación ligera 1.5 VTEC Turbo que probamos es el mismo que utiliza el nuevo Civic, un 4 cilindros en línea de 1.498 cc y 4 válvulas por cilindro, situado en posición delantera transversal. Este motor rinde 173 CV a 5.600 rpm, acoplado a un cambio manual de 6 velocidades y con tracción total (aunque también se ofrece con 193 CV con el cambio automático de CVT).
Da un par máximo de 220 Nm de 1.900 a 5.000 rpm, para tirar de los 1.573 kg que pesa el coche (uno de los SUV grandes más ligeros del mercado) con agilidad suficiente y una velocidad máxima de 208 km/h, acelerando de 0 a 100 km/h en menos de 10 segundos (9,8). El consumo es comedido con 7,6 l/100 km en ciudad y 6 litros en el consumo extraurbano.
Tanto la motorización de gasolina como la híbrida (no habrá motores diésel) incorporan tracción delantera de serie, aunque ambas pueden ir asociadas a la última tecnología de tracción integral de Honda, “Real Time AWD with Intelligent Control System” que proporciona al Honda CR-V una auténtica capacidad off-road, gracias también al aumento de la distancia al suelo (+38 mm) en todas las versiones, hasta una altura de 208 mm para las versiones gasolina equipadas con la tracción total 4WD.
El nuevo Honda CR-V es un SUV muy confortable por la calidad de su rodadura y suavidad de marcha, a lo que también contribuye su suspensión muy eficiente que lo absorbe todo, con unos amortiguadores muy bien tarados y sus equilibrados neumáticos 225/60 en llanta de 18 pulgadas.
En curvas también demuestra mucha estabilidad, a lo que contribuye su tracción 4×4 que evita el desplazamiento del eje trasero. La dirección tiene un guiado preciso y una asistencia menos directa en su zona central.
Seguridad al alza
El nuevo Honda CR-V incorpora de serie en todos sus acabados el Honda Sensing, uno de los paquetes más completos de sistemas de asistencia a la conducción y seguridad activa de su clase, que usa una combinación de información del radar y la cámara para asistir al conductor.
Cuenta con los clásicos sistemas preventivos y de ayuda al conductor (aviso de ángulo muerto, aviso y prevención de cambio de carril involuntario, control de crucero adaptativo, sistema de alerta de tráfico cruzado o el sistema de reconocimiento de señales de tráfico).
También cuenta con el sistema de asistencia inteligente de velocidad (la velocidad del vehículo se ajusta automáticamente a la última señal de limitación de la carretera) y el control de crucero adaptativo inteligente (i-ACC), que predice el movimiento de otros vehículos que se incorporan inmediatamente delante del nuestro en carreteras de varios carriles y reacciona de forma automática, manteniendo una distancia de seguridad.
Y todo ello sin que desmerezca su buena capacidad de frenada en tráfico normal y el manejo de su cambio suave con un tacto muy preciso.
En resumen, con esta nueva versión Honda CR-V se puede afirmar que se trata de un SUV muy refinado de categoría “premium”, que no solo convence por su facilidad de conducción y comportamiento general, también lo hace porque cuando lo conduces es todo suavidad, seguridad y buenas maneras.
Para Motor Mundial destaca por su habitabilidad, gran confort y acabado de calidad, excepcional frenada y calidad de rodadura, muy buena estabilidad, dirección y cambio de marchas con sus desarrollos.
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