Se trata del pick-up más vendido en Europa, como versión a escala de la popular F-150 Raptor americana. Una variante deportiva de mayor rendimiento y más agresiva, aunque suficientemente domesticada para la clientela del viejo continente. El Ford Ranger Raptor ya está a la venta por algo más de 56.000€.
El nuevo y atrevido diseño del Ford Ranger Raptor apuesta por el rendimiento y la funcionalidad, estando disponible en cinco colores: azul, rojo, blanco, gris y negro, con algunos detalles en contraste con los grises. En todos destaca su nueva y espectacular parrilla que domina el espacio entre los faros de Xenón y por encima del paragolpes delantero, montado en el bastidor del vehículo.
El paragolpes delantero está preparado para soportar los rigores del desierto e incluye faros antiniebla y luces diurnas de diodos (LED) y conductos de cortina de aire que mejoran el flujo de aire alrededor del chasis.
Los guardabarros de material compuesto han sido diseñados para evitar los daños por el uso “off-road” y permitir un mayor recorrido de la suspensión y el uso de neumáticos de gran tamaño.Y en cuanto al paragolpes trasero, cuenta con una barra de remolque integrada con una capacidad de 2.500 kg, a lo que se añade dos ganchos de remolque con una capacidad de 3.863 kg, algo inferior a la de los dos ganchos de remolque delanteros que son capaces de desplazar hasta 4.635 kg.
Por último, la bandeja de carga de 1.560 × 1.743 mm es capaz de cargar motocicletas o motos acuáticas, etc.
El nuevo Ford Ranger Raptor se presenta como la variante más agresiva del Ford Ranger y cuenta con un chasis reforzado para poder rodar sobre tierra a alta velocidad, e incorpora una suspensión de competición con muelles y amortiguadores Fox Racing “coil-over” de efecto variable (que Ford llama “amortiguación sensible a la posición”), orientados a ofrecer un mayor confort y mejor respuesta tanto en asfalto como en conducción “off road.
Además, este Ranger Raptor monta un Sistema de Gestión de Terreno como el del F-150, que permite al conductor seleccionar entre seis modos de rodaje según el piso: normal, deportivo, hierba/grava/nieve, barro y arena, roca y el modo especial “Baja” (por la competición de la Baja California), por el que se ajusta siempre la máxima potencia.
Un chasis ultra resistente
Fuente: Motor Mundial
La suspensión ha sido especialmente diseñada para un uso “off road” a alta velocidad. Los bajos han sido reforzados respecto del Ranger original con una plancha de acero de 2,3 mm (también como cubre cárter), y se han revisado los paragolpes delanteros, en material compuesto, para lograr una mayor resistencia a posibles daños en terreno abrupto.
Los amortiguadores de alto rendimiento montan pistones de 46,6 mm y van reforzados por brazos de aluminio, con las torretas delanteras reforzadas y una suspensión trasera por muelles con un brazo de Watt integrado que permite que el eje se mueva hacia arriba y abajo con muy poco desplazamiento lateral.
El frenado corre a cargo de discos ventilados en las 4 ruedas (con pinzas delanteras de doble pistón), los 4 del mismo diámetro (332 mm) pero distinto grosor: 32 mm los delanteros por 24 mm los traseros.
La suspensión está preparada para un uso “off-road” a alta velocidad y parte del eje delantero independiente (pseudo McPherson) y posterior por eje rígido, eso sí con una tremenda altura libre al suelo (28,3 cm) y algunos elementos (brazos de la suspensión delantera) en aluminio.
Sus grandes ruedas con llantas de 17” van calzadas con unos neumáticos todo terreno de 285/70 R17 (BF Goodrich).
Y sus cotas “off road” son excelentes, pese a su tamaño (32,5º de ángulo de entrada y 24º de salida) y posee una capacidad de vadeo de 850 mm, porque aunque se le considere un F150 a escala, este Ranger Raptor no es precisamente pequeño (5,40 m de largo, 2,18 m de ancho y 1,87 m de alto, con unas vías de casi 1,8 m). Todo un gigante, vamos.
En cuanto a la mecánica, equipa el turbodiésel de 4 cilindros 2.0 EcoBlue biturbo, que, con sus 213 CV y 51 mkg de par, unido a su cambio automático de nada menos 10 relaciones, le permitirá una brillantez de prestaciones acorde a lo que se espera de un SUV deportivo todo terreno.
Fuente: Motor Mundial
Con un peso de 2.510 kg, el Raptor homologa un consumo combinado de 10,8 l/100 km (281 g/km de CO2) en el nuevo ciclo WLTP.
Tecnología práctica para el confort y la conducción
Incorpora el sistema de comunicación Sync 3 (el mismo del nuevo Focus) que se sirve de una pantalla multimedia táctil de 8” y permite controlar el audio o los teléfonos móviles vinculados a él mediante mandos de voz, incluyendo la navegación, que cuenta con una curiosa función llamada “de miga de pan”, para dejar un rastro cuando se exploran zonas desconocidas.
Compatible con entornos Apple Car Play y Android Auto, queda igualmente asegurada la conectividad en movimiento a través de la tecnología de módem integrado (Ford Pass Connect).
Cuenta con control de estabilidad electrónico con función de reducción de balanceo, asistente al arranque en cuesta, control de descenso, control de balanceo del remolque y control de carga adaptativo.
Por lo demás, la cabina (para 4/5 plazas, con puertas dobles) difiere poco de la del Ranger ‘normal’. Llaman la atención sus impresionantes asientos deportivos con la palabra ‘Raptor’ bordada en el respaldo, así como el grueso volante forrado en piel.
Con tracción 4×4 con función de bloqueo y reductora, su comportamiento en tierra debe estar al nivel de los mejores todo terreno, y además sus prestaciones le equiparan a las de los más brillantes SUV con motores “normales” (digamos hasta 250 CV). Esta configuración le convierte en un pick-up 4×4 realmente funcional, perfecto como herramienta de trabajo y también para una utilización como deportivo “off road”, además de uno de los coches mejor valorados en internet.
El nuevo Ford Ranger Raptor ya está a la venta desde este verano de 2019 desde 56.250 euros, un momento oportuno para España, ya que desde el 1 de agosto del año pasado (2018) los cambios introducidos en el Reglamento General de Vehículos le liberan de los límites de velocidad impuestos a los vehículos comerciales ligeros que es la categoría donde están incluidos los vehículos pick-up.
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