Aunque el Ford Fiesta ST no destaca por su habitabilidad interior ni por el espacio que brinda en sus plazas delanteras (aunque con buena sujeción en los asientos), es, sin embargo, un gran pequeño deportivo muy fácil de conducir que aporta buenas sensaciones con un gran carácter sin llegar a ser incontrolable.
La importante novedad del Fiesta ST es su nuevo motor tricilíndrico con sistema de desconexión de uno de los cilindros para llegar a consumos y emisiones mejoradas que además se fomentan con su doble sistema de inyección indirecta y directa.
Este nuevo motor de 1,5 litros es capaz de generar 200 CV a 6.000 rpm, con un par de 290 Nm desde 1.600 rpm, lo que además le genera una capacidad de recuperación realmente excelente
Contar con el 90% del par motor a partir de las 1.800 rpm genera muy buenas sensaciones de empuje que se han conseguido con una suavidad muy contundente, gracias también a que los desarrollos de su caja de cambios de 6 relaciones no son demasiado largos, convirtiendo así dicha caja de cambios en uno de los puntos destacados de este pequeño Ford, rozando la sensación de delicia.
Sensaciones de conducción potentes y controladas
El Ford Fiesta ST ofrece sensaciones excelentes y un comportamiento dinámico notorio, sobre todo con el paquete performance que incorpora, entre otras cosas, un diferencial autoblocante de deslizamiento limitado que con una motricidad excepcional permite tener la seguridad cierta de cero subvirajes al salir de curvas cerradas con la posibilidad de reclamar con fuerza gas a la salida de estas.
Este diferencial Quaife es, en todo caso, mucho más eficaz y menos dañino para los frenos que el “Torque Vectoring Control” con el que viene de serie el coche, simulando electrónicamente el efecto autoblocante.
El Ford Fiesta ST es uno de los más livianos en comparación con sus competidores, lo que aporta también importantes sensaciones de deportividad con un consumo muy bien contenido, aunque no en clave “ECO”.
No hay duda de que son muchas las cosas que influencian estas interesantes sensaciones de “deportividad suave”, como son el peso, los neumáticos que monta (Michelin Pilot Súper Sport), el tacto muy dosificable de los frenos y la suspensión tarada perfectamente al efecto.
Suspensión bien diseñada y adecuada
La suspensión del Ford Fiesta ST es bastante dura y no pensada especialmente para el confort, pero no provoca ni rebotes ni saltos impredecibles gracias a los amortiguadores Tenneco (de paso variable), que evitan cualquier descomposición y permiten un pilotaje muy fino en asfalto.
En realidad, es un coche con el que se disfruta mucho sin cabeceos, falta de aplomos, cambios de apoyo ni balanceos que permiten una conducción totalmente natural y directa, con agilidad y precisión.
Las ruedas posteriores además pisan de manera óptima en cualquier terreno debido a un gran tarado del eje por parte de sus diseñadores, lo que se atestigua aún más por la precisión de su dirección de 2 vueltas y un radio de giro bastante elevado, pero que no está diseñada para una continua circulación urbana o para maniobras muy de detalle debido al carácter específico del coche para divertirse más por carretera.
Cuenta además con tres modos de conducción (Normal, Sport y Circuito) que adaptan y modifican la respuesta del motor y la dirección, así como la actuación de las diversas ayudas electrónicas y el sonido del escape.
Por ejemplo, en modo “Circuito”, con la desactivación del control de tracción y del ESP, las sensaciones de deportividad se realzan hasta puntos muy elevados, convirtiendo al coche en muy divertido y competitivo.
Un coche emocional y estimulante
El Ford Fiesta ST ha sido diseñado para trasmitir claras sensaciones, tanto de seguridad como de estímulo de conducción, siempre con una actitud muy noble, pudiendo incluso llegar a aportar una conducción incluso excitante.
Por todo lo expresado, creemos que la potencial adquisición de un Ford Fiesta ST es fundamentalmente emocional.
Tras la prueba que hemos realizado, entendemos que sus puntos más destacados son su comportamiento dinámico, las buenas sensaciones que aporta al volante y su precisión y motricidad.
Si tenemos que citar algunas pegas, diríamos que su confort no es excepcional debido también a un interior un tanto angosto y que el radio de giro es bajo para su utilización urbana, aunque dicha utilización no es el alma para la que se concibió este coche.
Un coche tan divertido como este merece un seguro a su altura. Consulta las condiciones del Seguro de Coche MAPFRE y compara sus coberturas.
Comentarios (0)