Desde que el nuevo Seat León saliera a la venta acaparó multitud de premios. El VW Golf, por su parte, siempre ha sido reconocido por sus impecables acabados interiores y fiabilidad. Una elección difícil, que tratamos de hacer más sencilla.
Criterios para decantarse por VW Golf o Seat Leon
En el proceso de decisión de compra de un coche son muchos los factores que debemos tener en cuenta: prestaciones, comodidad, consumo, seguridad… Sin embargo, cuando estamos indecisos entre dos modelos de similares características, la decisión se nos complica todavía más.
En el caso del VW Golf, estamos ante uno de los modelos más clásicos e incombustibles del mundo del automóvil. En el del Seat León, ante el mascarón de proa de la marca española por excelencia. En común, el aire de familia que da que ambos pertenezcan al mismo grupo y compartan algunas soluciones.
Aunque muchas veces la decisión final queda reducida a una cuestión de gustos, te contamos algunas diferencias entre ambos modelos para ayudarte en esta complicada decisión.
Motorizaciones disponibles
Hablar de motorizaciones disponibles es hablar de potencia, pero también de precio. La gama del Seat León cuenta con un motor de acceso con una potencia más baja, el 1.2 TSI de 90CV. Por supuesto también ofrece un precio menor que el Golf más accesible, con motor de 1.2 TSI y de 105 CV.
El Seat León de 1.6 cilindradas cuenta con motores de 90, 105 y 110CV, aunque el motor de 90 CV sólo se comercializa en el acabado Reference. En el Volkswagen Golf sólo existen dos motores con esa cilindrada, y proporcionan 105 y 110 CV respectivamente. El consumo en ambos casos, tomando de referencia las dos motorizaciones comunes, son prácticamente iguales, en torno a los 1,8l/100km, según indicaciones del fabricante.
Equipamiento y confort
Si nos fijamos en el equipamiento que gastan ambos modelos nos daremos cuenta que no hay grandes diferencias entre uno y otro. Sin embargo, sí pequeños detalles que conviene reseñar: los asientos del Seat León están disponibles en dos versiones, de contornos más fuertes y firmes, y ofrecen a su vez un sistema de amortiguación más rígida, que ayuda a contrarrestar la fatiga al conducir.
Por su parte, el Golf tiene a su favor una larga relación de elementos de serie, como son las llantas de aleación, freno de mano eléctrico o los apoyabrazos, así como las destacables líneas generales de sus acabados interiores: niveles de insonorización y aislamiento.
Además de las diferencias de mecánica y confort, también hay que tener en cuenta los diferentes rangos de precio en los que se mueven ambos modelos. Aspectos que no implican que la decisión final suela limitarse a una cuestión de gustos, presupuesto y necesidades al volante.
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