Ha sido bautizado como Bugatti Divo, y no por su “divismo” exclusivista sino en homenaje al piloto galo Albert Eugène Diwo, “Divo” para sus amigos, que en los años 20 ganó dos veces la mítica Targa Florio al volante de Bugatti.
La marca sigue así la tradición de nombrar a sus coches con los nombres de sus pilotos legendarios (Pierre Veyron, Louis Chiron, Jean Pierre Wimille, Meo Constantini…). En este caso Albert Divo, corrió para Ettore Bugatti en la segunda mitad de la década de los 20 del pasado siglo (ganó la Targa Fiorio para él en 1928 y 1929), aunque antes ya lo hizo para otras marcas, logrando sonoros triunfos incluso en España (el GP de España en 1923 al volante de un Sunbeam, en el autódromo de Sitges-Terramar, y el de 1925 con Delage en el circuito donostiarra de Lasarte).
Este nuevo Bugatti Divo es una variante muy evolucionada del Chiron, cuya plataforma toma. Pero realmente, puede considerarse un modelo distinto ya que experimenta importantes cambios a nivel de puesta a punto de chasis, aerodinámica y suspensiones.
Un motor controvertido
El motor no varía, sigue siendo el mismo W16 8.0 tetraturbo de 1.500 CV que montan los Veyron y Chiron, con sus 8 litros de cubicaje y sus 4 turbocompresores (uno por cada semibloque de 4 cilindros), con la potencia anunciada en el Chiron, 1.500 CV y más de 163 mkg de par constante entre 2.000 y 6.000 rpm… No obstante, ha habido algunas críticas (y decepciones) ya que se esperaba que Bugatti aumentase su descomunal potencia hasta los 1.580 o 1.600 CV.
Pero después de que el Chiron perdiera el cetro del coche más rápido del mundo arrebatado por los 453 km/h del Koenigsegg Regera, en Molsheim han buscado otras cualidades a destacar. De ahí que hayan insistido en una mayor ligereza (35 kg menos), y en el aumento de la fuerza de apoyo aerodinámico a alta velocidad que suma ahora 90 kg más y llega hasta los 456 kg gracias al alerón posterior más ancho (1,83 m).
Rebajar peso en vacío de estos coches debe ser muy difícil. Y con las prestaciones parece suceder lo mismo: el primer Veyron anunciaba 431 km/h y 2,6 segundos de 0 a 100 km/h, y el Chiron Sport repetía en el circuito de Nardó las mismas prestaciones oficiales del Chiron “normal”, o sea 2,5 segundos de 0 a 100 km/h (y hasta 32,6 para llegar a los 400 km/h, con una velocidad punta estimada de 420 km/h…).
Y este Divo, pese a contar sólo con el modo de conducción “handling” (carece del modo “Top Speed” de sus hermanos), dice haber recortado el tiempo del Chiron en Nardó en nada menos que 8 segundos, pese a anunciar 380 km/h de velocidad punta (auto-limitada en este caso, al no llevar el modo Top Speed) y rebajar sólo una décima (2,4 segundos) el 0-100 km/h. La tracción sigue siendo a las cuatro ruedas y la caja de cambios es la automática de tipo doble embrague y siete relaciones.
Más ágil en curvas que el Chiron
Aun así, Stephan Winkelmann, el patrón de la nueva Bugatti propiedad del grupo Volkswagen, insiste en que este Divo es una variante “más deportiva”: según Winkelmann, “dentro de nuestras posibilidades, hemos cambiado el equilibrio en el caso del Divo aún más hacia la aceleración lateral, la agilidad y las curvas. Los comentarios de nuestros clientes fueron abrumadores. Mostramos el Divo a un pequeño grupo seleccionado de propietarios del Chiron, y los coches se vendieron de inmediato”. Siendo también un negocio redondo para Bugatti: 200 millones de euros por un coste de producción (revisiones y modificaciones incluidas) que no excederá los 50 o 60 millones de euros, según fuentes no oficiales como Motor Mundial.
Este aumento de agilidad ha sido fruto de diversas modificaciones, con las que el Bugatti Divo es capaz de soportar fuerzas centrífugas en curvas de hasta 1.6 G. A ello ayuda tanto el nuevo alerón posterior (regulable en altura y que puede actuar como freno aerodinámico) como los retoques en suspensión y chasis, incluyendo un nuevo ángulo de caída de ruedas.
Diferencias estéticas
Las diferencias con el Chiron son muy evidentes, y no solo por delante, con su nuevo paragolpes que también aumenta la presión descendente y desvía más aire hacia las tomas frontales de refrigeración, mejorando la misma. El capó también es de nuevo diseño, con tomas de aire que también contribuyen a una mayor eficiencia aerodinámica, lo mismo que las 4 salidas de escape encastradas en el escudo difusor de la zaga. Sin embargo, Bugatti no ha hecho público el Cx del Divo.
El frontal del Divo, aunque repite la parrilla en escudo de Bugatti, es distinta a la del Chiron y Veyron, con los faros de diodos reducidos a la mínima expresión (sólo 3,5 cm de grosor) y finamente carenados junto a las grandes tomas de aire delanteras, mientras que el gran alerón trasero recuerda un poco al del Bugatti Visión Gran Turismo, coronando una trasera completamente nueva en la que destacan sus nuevos grupos ópticos, tras la rejilla de ventilación del motor, y con aletas y nervaduras especiales que se iluminan de forma progresiva.
El techo también es distinto, diseñado para crear una conducción homogénea de aire hacia el motor (de tipo aeronáutico NACA) a través de la cubierta del mismo, aumentando el flujo de aire que recibe el sistema de refrigeración para que éste mantenga siempre su temperatura óptima. Y lo mismo se puede decir de los frenos, con 4 conductos independientes de ventilación para cada disco, capaces de suministrar el caudal de aire necesario para mantener su temperatura óptima de trabajo.
En el interior hay pocos cambios, dentro del exquisito diseño y acabado que tenían las dos plazas del Chiron. Hay un equipo de sonido especial algo más ligero, una ligera reducción de material aislante en los paneles internos y se han suprimido algunos huecos portaobjetos.
En todo caso, sigue siendo extremadamente lujoso, combinando materiales nobles (piel napa, alcántara, etc.) con la máxima tecnología de confort, al tiempo que, el afortunado propietario puede solicitarlo con un equipamiento a su gusto.
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