No son muchos los coches deportivos auténticos tipo coupé de pura raza. En este caso, Audi lanza al mercado europeo el Audi RS 5 Coupé para personas amantes de una conducción deportiva.
En esta prueba, damos fe de su noble comportamiento y confort que le ponen al alcance de muchas personas de las que inicialmente pensábamos.
Esta bella máquina de dos puertas lleva grandes tomas de aire en las esquinas delanteras y ancha parrilla, llantas de 20 pulgadas con neumáticos de perfil 30 (más indicados para practicar en un circuito y menos en la carretera) y unos faldones laterales muy cercanos al suelo. Su motor V6 de 2.894 cc (450 CV) y caja de cambios de 8 velocidades da un par máximo de 61,2 mkg desde 1.900 a 4.500 rpm.
Un coche que enamora por su comportamiento, eficacia e incluso, porque puede ofrecer un confort de marcha para sus 4 ocupantes nada habitual en este nicho de mercado. Por su definición –potente, deportivo y coupé–, el RS 5 es de esos coches que te hacen pensar que aún queda esperanza para los aficionados a la conducción deportiva, sin que por ello uno tenga que hacer el loco en la carretera.
Análisis profundo
Vamos a centrarnos en dos puntos: las sensaciones y lo que te hace creer el Audi RS 5 que eres cuando lo conduces.
Este coupé de Audi tiene como competidores al BMW M4 y Mercedes-AMG C63 Coupé e, incluso, a una berlina como el Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio. Y, comparado con todos, el Audi que aquí nos ocupa es el más fácil de conducir y el más confortable.
Aunque los otros modelos citados tienen unas cifras de par similares a un régimen parecido, conviene saber cómo controlar ese poderío, sobre todo al dar gas saliendo de una curva, siendo el Audi RS 5 donde todo parece fluir con aplomo y seguridad.
Fuente: Motor Mundial
¿El secreto? La puesta a punto del chasis está a la altura de la caballería, pero de eso también presumen los rivales. Así que el punto diferencial es la tracción total quattro, que entre otras cosas hace que el RS 5 acelere de 0 a 100 km/h mejor que sus rivales.
En condiciones normales, este sistema de tracción total reparte el 60 por ciento del par al tren posterior y el 40 restante al anterior. Es decir, prima la propulsión sobre la tracción, pero el reparto varía en función del estilo de conducción y de las necesidades del momento. Por eso, la gestión electrónica del sistema requiere un ligero apunte.
Al partidario de la propulsión trasera le parecerá que el Audi “tira de morro”, que subvira. En parte es cierto, sobre todo si nos movemos por carretera. El tren delantero ayuda a prevenir un excesivo sobreviraje de tal modo y manera que, si desconectas el control de estabilidad (no lo hagas nada más que en circuito), no se te acumulará el trabajo porque el tren trasero pretende adelantarte. Además, la dirección es precisa y tiene un tacto excelente.
Más cualidades dinámicas
Aprovechando que hemos citado anteriormente la suspensión, hay que volver a recordar que el RS 5 ofrece, además, un confort más que razonable. Eso sí, para disfrutar de ese grado de comodidad, sobre todo en cuanto a la capacidad para absorber baches, hay que elegir el modo Comfort en el Audi Drive Select.
La amortiguación –recuerda que es la Dynamic Ride controlada electrónicamente– es considerablemente firme en modo Auto y realmente mucho más dura en Dynamic, y puede resultar seca. Lo bueno es que podemos disfrutar de lo mejor de varios mundos.
Fuente: Motor Mundial
El RS 5 corre, puede que no tanto o no de manera tan impresionante y exigente como un BMW M4. También gasta, porque el peso es el que es y la tracción total supone un peaje extra. Pero también se puede obtener a ritmos legales un consumo medio que no llega a los 10 l/100 km.
Por cierto, si el motor empuja y, a pesar del peso, no consume en exceso, el cambio Tiptronic de 8 velocidades (por convertidor de par) tiene un funcionamiento excelente a la hora de acelerar e ir subiendo marchas. Es decir, sensacional para ir por carretera.
Un interior casi sin fallos
Por dentro, el acabado es soberbio y los asientos deportivos son de tipo bacquet, algo anchos, sujetan bastante bien el cuerpo, pero la piel resbala un poco. Lo notas sobre todo cuando hay que hacer varios cambios de apoyo sucesivos, porque la adherencia de los neumáticos y la velocidad de paso por curva que puedes alcanzar es tan alta que al final te acabas agitando en el respaldo si no has tenido la precaución de apretarte bien el cinturón de seguridad.
Fuente: Motor Mundial
Del volante –en este caso es el “multifunción plus”– hay bastantes cosas que agradan mucho: el tacto que ofrece el tejido Alcantara, una opción que cuesta más de 1.900 euros e incluye el pomo del cambio en el mismo material.
También positivas son la cantidad de cosas que se pueden manejar sin apartar la vista de la carretera. Pero, sobre todo, ese botón con una estrellita justo a la derecha que te permite programarlo entrando en el menú de ajustes del vehículo.
En cuanto a la cibernética virtual y conectividad, además de varios puertos para USB y otros elementos auxiliares, nuestro RS 5 cuenta con todo lo que tiene que tener hoy un coche “premium” además de cargador inalámbrico para el teléfono móvil.
Como resumen, valoramos como muy positivo su facilidad de conducción y confort, el empuje (par) impresionante de su motor V6 de 2.894 cc y el cambio de 8 velocidades, su calidad de acabado y agilidad pese a su peso de 1.730 kg y la tracción quattro.
Y en el otro lado de la balanza, solo el espacio para piernas detrás y su peso algo alto.
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