Ford no podía dejarse perder la oportunidad, en 2018, a los 50 años del estreno de la película “Bullitt” (1968), de presentar en el Salón del Automóvil de Detroit, la ciudad por excelencia del automóvil americano, una edición (en este caso la tercera) de su coche estrella, el Mustang. Y en esta ocasión disfrutando al volante un personaje tan popular como su coche, el actor Steve McQueen.
Ford Mustang Bullitt Edition, más que un coche de película
Quienes recuerden la película “Bullitt” de 1968 recordarán seguramente dos protagonistas de la misma: el actor Steve McQueen y el Ford Mustang GT Fastback que conducía en ella, protagonizando unas espectaculares persecuciones por las calles de San Francisco contra el Dodge Challenger de unos asesinos a sueldo.
Estas escenas (10 minutos de duración) fueron rodadas con el propio Steve McQueen al volante, y supusieron una insólita publicidad para el modelo. Por ello Ford rinde homenaje a coche y piloto al cumplirse el medio siglo del film con esta edición limitada que presentó primero en el Salón de Detroit y ha expuesto después en Europa en el de Ginebra.
No es la primera vez que Ford recuerda al Mustang de “Bullitt” ni a su magnífico y malogrado piloto (McQueen fue además de un gran actor, un excelente piloto, como su amigo Paul Newman: ambos participaron en numerosas carreras y no para hacer bulto precisamente).
Por eso ya en dos ocasiones (2001 y 2008) Ford hizo dos versiones conmemorativas de este modelo, con su motor V8 potenciado y con el mismo color verde oscuro (“dark Highland green”).
La tercera generación: inconfundiblemente Mustang
Y diez años más tarde, Ford da paso a esta tercera con motivo de los 50 años del estreno de “Bullitt”. Entonces el equipo de producción cinematográfica eligió al Mustang GT Fastback 1968 como el coche del detective Frank Bullitt de la película, que para ese año había sido dotado por primera vez con un motor V8 de bloque grande (6,4 litros) diseñado originalmente para el Ford Thunderbird, y que desarrollaba entonces 335 CV).
Ahora Ford se ha inspirado en el nuevo Mustang GT para esta edición conmemorativa, que además de algunos cambios estéticos monta el motor atmosférico V8 5.0 (el bloque “coyote”) del GT potenciado hasta los 464 CV y 54 mkg de par, con cambio manual de 6 velocidades (dotado de un sistema “blip” para efectuar las reducciones de marcha automáticamente según la maniobra del “doble embrague”) con la palanca rematada con una bola blanca en su pomo, como el modelo de la película.
Edición limitada sin límites en su rendimiento
El nuevo Mustang Bullitt llegó a los concesionarios Ford el pasado otoño como modelo 2019 de edición limitada, justo a tiempo para celebrar los 50 años del estreno de la película, el 17 de octubre y superando en prestaciones al de 1968: sus 130 CV más le autorizan una aceleración de 0 a 100 km/h en el entorno de los 4 segundos con una velocidad máxima de 262 km/h.
La mayor potencia sobre el V8 5.0 del GT (464 CV en Europa y 475 en EE.UU.) se ha obtenido mediante una reprogramación de la centralita electrónica de serie, junto a algunos cambios en el sistema de inyección y en el colector de admisión (el del Shelby GT350), dotado de un nuevo sistema de inducción, con una mariposa especial sobre una carcasa de 87 mm.
Monta llantas de 19” (de diseño Torq Thrust), pinzas de freno Brembo en color rojo y salidas de escape pavonadas (Black Air Plate), ofreciéndose en dos colores de carrocería: el negro Shadow Black, y el verde oscuro Dark Highland Green, el mismo del coche de la película.
Con la parrilla en negro y un sobrio acabado exterior, con el guiño al coche de la película de una falsa tapa del depósito de carburante con el distintivo “Bullitt”, en medio de la tapa del portón trasero.
Tecnológicamente avanzado
En el interior, este Mustang Bullitt Edition cuenta con un cuadro de instrumentos digital (en LCD de 12”), asientos Recaro en piel negra con costuras a contraste con el color de la carrocería, y el paquete Bullitt Electronics que incluye navegación, asientos y espejos con memoria de posición para el conductor.
Y todo ello sin olvidar un espectacular equipo de sonido especial Bang & Olufsen Play con 1.000 W y 12 altavoces. Y de cara a su bastidor acompañarlo en cuanto a la suspensión, con la misma del Mustang GT incluyendo de serie la amortiguación variable semiactiva MagneRide.
Como edición limitada (aunque Ford no ha dicho de cuántas unidades se compone, se supone que será de un millar, al menos), cada Mustang Bullitt contará con una placa individual numerada en el salpicadero (frente al acompañante) en vez del tradicional logo del caballo salvaje.
En cuanto a su precio, la primera unidad fabricada (VIN 001) fue subastada hasta alcanzar los 300.000 dólares (245.000 euros), cuyo importe ha sido íntegramente destinado por Ford para la Fundación del actor ya fallecido Steve McQueen.
Por otra parte, el resto de la gama Mustang se beneficia de los pequeños retoques que ha sufrido el modelo: nuevos colores y llantas, nuevos faros de diodos, nueva pantalla multimedia y cuadro digital (12”), etc…
Y en el caso del Ford Mustang GT, el motor V8 5.0 de 450 CV puede llevar ahora bien cambio manual (6 marchas) o el nuevo automático de… ¡diez!, ambos con el sistema “blip” para efectuar automáticamente el doble embrague en reducciones. Igualmente puede montar la amortiguación variable MagneRide.
En cuanto a la selección de modos de conducción, incluye un curioso modo “buen vecino” (más silencioso) para conducción urbana nocturna, y también el equipo de sonido B&O, además de nuevos detalles interiores en materiales suaves y acabados en aluminio, nuevas ayudas a la conducción (frenada automática con detección de peatones, asistente de mantenimiento de carril, etc…).
En Ginebra, cuando lo expuso Ford, lo hizo junto al original GT Fashback de 1968 utilizado en la película, rescatado y restaurado (en el film se utilizaron dos unidades, de las que una de ellas quedó destrozada y fue a parar al desguace, mientras que la segunda fue comprada por un coleccionista, y tras varios años de semiabandono fue descubierta y recomprada por otro aficionado.
El broche final de su presentación en Ginebra fue la presencia de Molly McQueen, nieta del actor, conduciendo el coche original y agradeciendo a Ford este homenaje a su legendario abuelo.
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