Porsche tiene una forma curiosa de denominar su gama. Todo varía en función del “apellido” que tienen aparejados sus modelos. Su legendario deportivo cuenta con las versiones, en orden creciente, de Carrera, Carrera 4, Targa y Turbo. Cada una de estas series suele tener tres niveles de potencia: el base, S y GTS. Además, la mayoría cuenta con la opción descapotable. Encima de la cadena alimenticia se encuentran las ediciones especiales, y el salvaje GT2 RS, la opción más deportiva que ofrecen.
Porsche 911, la Joya de la corona
Ahora todos los coches que salen de su fábrica de Stuttgart vienen equipados con turbocompresor. Aunque los motores atmosféricos de Porsche fuesen adorados por los puristas, es una decisión de ingeniería adoptada en aras de los consumos bajos, las emisiones y la eficiencia. Y nadie puede decir que un Porsche con turbo sea más lento que los atmosféricos.
Si se trata de algo, es una cuestión de nostalgia. Preferir escuchar la música en vinilo a hacerlo en Spotify. Apreciar la cualidad del grano en las fotos en carrete, frente al ruido digital. Una visión romántica de motores que ya no podrían producirse. Cuando apareció por primera vez el 911 Turbo, en el Salón del Automóvil de París en 1974, su apellido sí que significaba algo.
Porsche siempre estuvo muy ligado a la competición. Su marca se fundamenta en los coches deportivos (aunque gane mucho más por el lado de SUV, berlinas y crossovers). El 911 Turbo en aquel entonces era la única manera de disfrutar de lo mejor que tenían para ofrecer en las calles. Más potencia. Más velocidad.
Las primeras generaciones del Porsche 911 Turbo se forjaron a pulso una infame reputación. En los años setenta, los turbocompresores no estaban calibrados con tanta precisión como en 2017: tardaban en entrar en efecto y con una potencia que hacía que propulsara al motor, justo detrás del conductor a velocidades increíbles. Esta sensación era el motivo por el que se vendieron tantos; también fue la causa de muchos accidentes, por entrar en acción en medio de una curva.
Ahora, que todos los motores del fabricante alemán están equipados con turbocompresor, la gama Turbo sigue simbolizando ese pináculo de la ingeniería de Porsche: los más rápidos. Los más salvajes. Y ahora, con la edición Exclusive Series, los más especiales.
¿Qué es el porsche 911 Turbo S Exclusive?
El nuevo Porsche 911 Turbo S Exclusive es una edición limitada a 500 unidades de la gama más alta de los 911 Turbo. La edición “normal” del Turbo S cuenta con 580 caballos de potencia dirigidos instantáneamente a las cuatro ruedas. Es capaz de acelerar de 0 a 100 en 2,7 segundos. Eso son cifras estratosféricas: es únicamente una décima de segundo más lento que el Ferrari “La Ferrari”, el superdeportivo híbrido italiano que cuesta más de un millón de euros.
Y con la Exclusive Series, Porsche quiere presumir de ingeniería. Han conseguido aumentar la potencia del motor hasta 604 caballos. Han usado elementos de fibra de carbono del GT2 RS para mantener el peso en jaque y la aceleración increíble. Es cierto que existen talleres especializados en conseguir más de los motores alemanes, pero esta edición es mucho más que potencia pura.
Cada unidad está hecha de forma artesanal, con la obsesiva atención al detalle que profesan en Stuttgart. El interior puede customizarse en cualquier color y acabado. La pintura exterior está aplicada a mano y se puede optar por el dorado metalizado con franjas negras, gris ágata, blanco Carrara, azul grafito, rojo guardia o completamente negro.
Equipamiento Exclusivo
Por supuesto, equipamiento especial como el paquete Sport Chrono, el control de chasis dinámico o las ruedas traseras que también giran con el volante vienen ya incluidos de serie. La parte trasera ha sido rediseñada para diferenciarse de sus otros hermanos Turbo y los detalles de fibra de carbono en el interior llevan un hilo dorado trenzado entre sus fibras.
La explicación de Porsche en su página web ante esta decisión define bien la esencia de este modelo: “durante muchos años, nos dijeron que era imposible; así que lo hicimos para demostrar lo contrario”. Elegante, impresionante y muy exclusivo, el Porsche 911 Turbo S Exclusive no tiene nada que ver con su hermano más “plebeyo”, el Carrera.
De hecho, se puede optar por un set de equipaje a juego con el coche. Por 6.000 euros, se pueden conseguir dos bolsas de viaje, un maletín y un neceser que tengan el mismo diseño que la tapicería del interior. Puede que el 911 no haya entrado en nuestra lista de interiores más lujosos pero es que, en esencia, sigue siendo un superdeportivo.
Y es ahí donde Porsche entra en un terreno peligroso. Con el precio que piden por esta versión (casi 300.000 euros), ya está en directa competencia con otras marcas que ofrecen rendimiento tan descabellado como el 911 Turbo S, pero que tienen diseños mucho más en línea con sus prestaciones. Sin duda, un 911 es un 911, y se han producido tantos que no son tan llamativos como podrían serlo un Lamborghini, un Ferrari o un McLaren.
Eso sí, la atención al detalle y la ingeniería alemanas se hacen notar y mucho en las gamas más altas que tienen para ofrecer. Y la Exclusive es la más elevada de todas. Todo es customizable (por un precio) y con sólo 500 unidades no puede caber duda de que se trata de una edición muy especial.
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Si estás pensando en hacerte con uno de ellos, contrata la mejor póliza del mercado para proteger a tu 911 Turbo S. Los Seguros de Coche MAPFRE tienen a tu disposición un abanico de coberturas diseñadas para los conductores más exigentes. Y el dueño de este Porsche no podría ser menos.
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