Así es el Hyundai Ioniq Plug-In

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Hyundai ha sacado tres modelos de su Ioniq, una berlina diseñada con la tecnología eléctrica más futurista para asegurar los consumos más bajos de su gama. Aprovechan así el tirón que están teniendo este tipo de coches.

Resumen del contenido

  1. ¿Y por dentro cómo es?
  2. Opinión del Hyundai Ioniq Plug-In
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Híbrido, eléctrico y Plug-In. Esos son los tres pilares de la gama Ioniq de Hyundai. El fabricante coreano se quiere sumar a los fabricantes que apuestan por el futuro con un coche pensado y diseñado para el siglo XXI.

El futuro de los coches parece estar enfocado a los eléctricos, el vehicle data y el coche autónomo. Si bien el coche coreano no cuenta con capacidad autónoma de nivel 3, sí que tiene sistemas de asistencia a la conducción muy satisfactorios.

Un híbrido plug-in se caracteriza por contar con dos motores, uno eléctrico y uno de gasolina, pero la mayor parte de sus trayectos los hace con el motor voltaico para ahorrar combustible. Esto es lo que hacen los híbridos “normales” como el Toyota Prius, que evita todo lo posible encender los pistones.

Sin embargo, el Hyundai Ioniq Plug-In, no actúa así: aunque su motor eléctrico es capaz de recorrer 62 kilómetros por sí solo, dispara los pistones de su motor gasolina mucho antes que su competencia. Se trata de usar ambos motores de forma complementaria, para ofrecer una potencia considerable con unos consumos más reducidos.

En definitiva, no todos los híbridos son iguales. Son intentos de los fabricantes para encontrar la fórmula definitiva en la mejor configuración de sus vehículos. El motor de gasolina con el que cuenta el Ioniq es un Atkinson de 1.6 litros y 104 caballos. La batería que equipa es de 8,9 kilovatios, más grande que el híbrido no-enchufable con el que comparte gama.

Si se quiere, se puede circular únicamente con el motor eléctrico. Simplemente se tiene que presionar poco el pedal de aceleración y el motor de combustión no se activará. Esto funciona muy bien dentro de la ciudad, pero incluso se pueden mantener velocidades de autopista únicamente con el motor eléctrico.

Todo esto se traduce a que el Hyundai Ioniq es un coche que se conduce como si no fuese un híbrido cuando el motor está encendido. Aunque sepamos que hay un sinfín de mecanismos futuristas funcionando debajo del capó, podemos escuchar el sonido de las revoluciones aumentando y de las marchas cambiando.

¿Y por dentro cómo es?

Cuando salieron los coches eléctricos e híbridos, estaban enfocados a conductores que querían un coche del futuro y se podía ver claramente en sus diseños. El panel de instrumentos, las líneas exteriores, incluso los materiales de los que estaban construidos, parecían todos sacados de una nave de una película de ciencia ficción.

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    En cambio, el Ioniq no. Se trata de un híbrido mucho más discreto que su competencia. Su panel de instrumentos es de lo más tradicional que se puede encontrar en un coche. No cuenta con infinidad de modos de conducción, sino solo un par: un tipo híbrido que usa más el motor de combustión para ahorrar batería. También cuenta con un modo deportivo, que hace que el volante sea más resistente y ofrece un cuentarrevoluciones en el panel.

    Por fuera, han aprovechado las líneas sinuosas para conseguir uno de los coeficientes aerodinámicos más elevados del mercado (0,24), como todos los coches que precian la eficiencia de combustible. Estas líneas le dan un aspecto de berlina estándar, pero han tenido que comerse la cabeza para poder meter una batería grande y un depósito de 42 litros de gasolina.

    Esto significa que, por dentro, el espacio está un poco apretado. Los asientos delanteros son ligeramente más cortos de lo que se considera “estándar”, y las personas más altas podrían notar el techo demasiado cerca de sus cabezas. Sin embargo, sí que sienta a tres con comodidad en la parte trasera, a diferencia del Chevrolet Volt, por ejemplo.

    Sus frenos ayudan a recargar la batería y ésta puede cargarse al 100% en dos horas con un poste de carga o en cuatro con un enchufe doméstico convencional. Además, viene con garantía de cinco años de Hyuindai, que se amplía hasta ocho o 200.000 kilómetros en el caso de las baterías.

    Se podrán optar por dos niveles de acabados: el Tecno, que cuenta con siete airbags, alerta de cambio de carril, sensores de estacionamiento, acceso sin llave o faros LED, por 27,400 con todas las ayudas que se ofrecen para la compra de vehículos eléctricos. El segundo acabado se llama Style, cuesta 3.000 euros más y añade asientos de cuero calefactables, techo solar o sensores delanteros de estacionamiento, entre otros detalles.

    Opinión del Hyundai Ioniq Plug-In

    Como con muchos coches ecológicos, el comprador del Hyundai Ioniq querrá asegurarse de que lo que ofrece el coche en realidad se ajusta a sus expectativas. Si quieren que su híbrido se comporte como un eléctrico en distancias cortas, quizás sea preferible que optasen por un Prius, sin embargo, si no les importa enchufarlo frecuentemente para reducir la factura de gasolina considerablemente, el Hyundai es una maravilla que funciona sin sorpresas ni sobresaltos.

    Además, del Plan MOVEA, también se pueden conseguir descuentos en otras partidas, como la póliza del coche. Esto es cierto con los Seguros de Coche MAPFRE, que además de sus coberturas configurables para adaptarse a las necesidades de cualquier conductor, también ofrecen precios más baratos para los coches que contaminan menos.

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