Tanto si practicas esquí como snow es necesario transportar una serie de utensilios de una forma segura y cómoda, sin poner en peligro a los ocupantes del coche ni al resto de usuarios de la vía. Una solución bastante extendida es colocar el equipo deportivo dentro del coche, con el consiguiente riesgo y estorbo que ello supone.
Por ello, la mejor solución es conocer los distintos tipos de portaesquís para el coche y elegir el que mejor se adecue a las características del vehículo. En el mercado podrás encontrar infinidad de opciones que se adaptan perfectamente a cada tipo de carga y en los que se puede transportar una mayor o menor cantidad de elementos.
Portaesquís magnéticos
Si sólo vas a necesitar el portaesquí de forma ocasional, te recomendamos que te decantes por uno magnético. Esta modalidad se fija directamente sobre el techo del coche a través de un imán especialmente diseñado para no dañar la pintura.
Este tipo de portaesquís se colocan fácilmente y para retirarlos sólo tendrás que despegarlos del techo. Es aconsejable quitarlos siempre que no se vayan a utilizar para evitar su deterioro y no incrementar el consumo de combustible al circular con ellos vacíos. Del mismo modo, también hay que comprobar la adherencia de las placas de imán para verificar si fijan correctamente o si queda alguna zona suelta.
En los portaesquís magnéticos podrás guardar hasta tres pares de esquís, aunque no todos los coches están adaptados para transportarlos. En caso de que puedas desplazarte con ellos, recuerda que no se pueden superar los 90 km/h.
Portaesquís de techo
Este tipo de portaesquís suelen ser más ligeros y se adaptan perfectamente a cualquier barra de techo. A pesar de ser universales, es preciso comprobar las medidas antes de montarlos en el coche. Puedes encontrarlos de acero o de aluminio, y de diferentes tamaños para poder transportar un solo par de esquís o varios.
Los portaesquís de techo incorporan una apertura lateral y un cierre antirrobo, y en algunas ocasiones botones para abrirse fácilmente. También permiten regularse en altura con el objetivo de evitar las rozaduras en el techo del coche.
Portaesquís sobre la bola de enganche
Si constantemente necesitas colocar un portaesquí en tu coche, la mejor solución es elegir uno que esté adaptado para la bola de enganche. Su instalación es muy sencilla y permiten transportar hasta 6 pares de esquís o tablas de snow.
Estos portaesquís son los más indicados para realizar un viaje largo de forma segura, ya que al ir colocados en la parte trasera del coche no interfieren en la conducción. Además, muchos de estos modelos se pueden transformar en portabicicletas y permiten abrir la puerta trasera sin ninguna dificultad.
Portaesquís de rueda
En el caso de que utilices un coche 4×4 para desplazarte, la mejor solución es adquirir un portaesquís para la rueda trasera del vehículo. A diferencia de los anteriores, estos portaesquís se enganchan a la rueda de repuesto que llevan en la parte trasera este tipo de vehículos. Para ello se suelen utilizar cinchas o tornillos, y permite albergar hasta cinco pares de esquís o un par de tablas de snow.
Conociendo los diferentes modelos de portaesquís que existen, debes elegir el que más te conviene valorando primero el tipo de coche que tienes, así como el lugar donde prefieras instalarlo y el presupuesto del que dispones. Una vez que ya tengas tu portaesquís, es muy importante que sigas algunos consejos para desplazarte con todas las garantías: comprueba que están bien cerrados y fijados, y coloca siempre las espátulas de los esquís hacia la parte posterior del coche.
Además de conocer los diferentes tipos de portaesquís para el coche y seguir las recomendaciones anteriores, también es muy importante contratar un Seguro de Coche MAPFRE que te ofrezca las coberturas más completas para poder solventar rápidamente cualquier incidente o accidente que se pueda producir en tus viajes.
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