Los descapotables siempre han sido unos coches muy atractivos y deseados. Su diseño sin techo proporciona sensaciones a las que el resto de los vehículos no pueden acercarse. Pero precisamente esto hace que todos nos preguntemos si estos modelos son seguros.
El techo es una parte importante dentro de la integridad estructural del vehículo. De hecho, los coches descapotables que parten de una berlina convencional, suelen perder algo de rigidez y tienen más vibraciones al pasar por baches. Esta falta de rigidez también se hace patente en un choque, ya que la cabina puede absorber menos energía. Y en caso de vuelco, está claro que los ocupantes están menos protegidos. Lo normal es que en los coches descapotables ecológicos o modernos se compense esta falta de rigidez con refuerzos en el chasis, cuando antes se solía crear un arco central que hacía las veces de protección antivuelco.
De todas formas, los cabrios pasan todas las homologaciones que exigen organismos como la ONU o la Unión Europea. Se les realizan pruebas de choque frontal y lateral, y aunque todavía no existe una normativa específica para vuelcos, todos los fabricantes realizan sus propias pruebas al respecto. Los últimos modelos que se han puesto a la venta han mejorado la rigidez de sus estructuras, todavía no llegan a los mismos niveles que el resto de coches, y han reforzado el pilar A (la zona de la luneta delantera), además de colocar arcos metálicos en la zona trasera que en algunos casos se activan extendiéndose automáticamente en caso de vuelco.
La clave es que ninguno de los pasajeros toque con su cabeza en suelo para no provocar lesiones. Por ello nosotros te aconsejamos que coloques los asientos en la posición más baja que te permitan y, por supuesto, que todos los ocupantes lleven puestos los cinturones de seguridad para evitar que el cuerpo salga despedido.
Principales riesgos de un coche descapotable
- Es habitual que el paso del tiempo vaya deteriorando poco a poco los vehículos, aunque en el caso de los descapotables, las consecuencias son más notorias en la capota. Pese a que en la actualidad los cierres utilizan mecanismos más sofisticados, el uso continuado desencadena finalmente en que el sellado pierda adherencia y comiencen a producirse filtraciones de agua y suciedad. También existe el riesgo en los coches descapotables de que la capota presente alguna rotura, sobre todo si es de tela, aunque ello dependerá del fabricante y la calidad del modelo.
- Conducir en un coche sin techo puede tener consecuencias negativas en la tapicería debido a la incidencia directa de los rayos de sol durante periodos de tiempo prolongados.
- En caso de sufrir un accidente con vuelco, la protección que ofrece el vehículo se reduce de forma considerable en comparación con otros coches que cuentan con techo duro.
- Los modelos descapotables que disponen de capota de tela son un blanco sumamente fácil para los ladrones. Solo hace falta hacer algunas rajaduras en el techo para acceder a su interior, algo que no sucede cuando la capota es rígida.
- La sensación de libertad y sentir el viento en la cara conlleva necesariamente un contacto directo con la contaminación de las ciudades. Moverse en un vehículo sin techo por una ciudad con altos niveles de polución supone un grave riesgo para la salud de sus ocupantes.
- A nivel físico, otro riesgo de los coches descapotables son las posibles quemaduras o insolaciones que se pueden producir al realizar un trayecto largo sin capota.
- Un gesto tan sencillo como accionar el limpia parabrisas implica una molestia para el conductor y el copiloto, ya que es bastante común que parte del líquido y el agua se cuelen dentro con el movimiento de las escobillas.
- Cuando se atraviesa un túnel en un coche convencional no se percibe nada fuera de lo normal. Sin embargo, en un vehículo descapotable es posible sufrir los efectos de los cambios de temperatura y humedad, así como aspirar en mayor medida los gases que emiten el resto de coches.
Otras consideraciones
En un país como España, las mejores épocas para circular con descapotables son los días amables de la primavera y el otoño. Las noches de verano también son buenos momentos. Pero de día deberemos tener mucho cuidado ya que los habitáculos se pueden convertir en verdaderos hornos y hay que añadir posibles quemaduras del sol en la cabeza, la cara y los brazos. En invierno las bajas temperaturas podrían convertir el viaje en un auténtico suplicio, pero a baja velocidad si hay buen sol y la calefacción funciona bien también pueden disfrutar los más atrevidos.
Otro aspecto a tener en cuenta son los robos. Por una cuestión lógica, las capotas de lona son más débiles que los techos duros retráctiles, sobre todo si el coche duerme en la calle. En particular si la luneta trasera es de material plástico, mucho más fácil de rajar. Circular sin techo también provoca que en los semáforos los objetos que llevemos en los asientos estén más expuestos a los amigos de lo ajeno. Por último, olvídate de túneles de lavado si tu cabrio tiene techo de lona ya que provocarás un gran deterioro.
Conclusión
Está claro que si comparamos los cabrios con el resto de modelos su seguridad es menor. Pero teniendo en cuenta los aspectos destacados anteriormente como el reforzamiento de las carrocerías, del pilar A y la instalación de arcos de seguridad, podemos afirmar que la seguridad no debe ser un aspecto que te impida comprar un descapotable.
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