El gas licuado del petróleo (GLP) es un tipo de carburante creado a base de una mezcla de butano y propano, que está actualmente en auge por su bajo coste, además de por las ventajas medioambientales de su uso, en comparación con los combustibles tradicionales, mucho más caros y contaminantes.
Los coches GLP son vehículos con un motor térmico que pueden funcionar indistintamente con gasolina o con GLP. El enorme interés que suscita este tipo de vehículos se nota, especialmente, entre los habitantes de las grandes ciudades a causa de las restricciones de circulación impuestas por las autoridades para combatir la contaminación, ya que estos vehículos cuentan con la etiqueta EC0 o 0 emisiones.
Algunas marcas de coches ofrecen en sus gamas versiones que ya están adaptadas para funcionar indistintamente con gasolina o GLP. Pero, si no dispones del dinero para comprarte un vehículo nuevo, o quieres conservar el tuyo porque funciona bien, tienes la opción de adaptarlo a GLP. La instalación es sencilla y no altera la estética del automóvil.
Los coches GLP disponen de una mayor autonomía que, en algunos casos, supera los 1.000 kilómetros sin repostar, aunque (no todo puede ser bueno) con el cambio se pierde algo de potencia.
¿Qué coches se pueden convertir en GLP?
No todos los coches se pueden transformar a GLP.
En principio, según la normativa ECE/ONU R-115, solo pueden convertirse a GLP los vehículos que reúnan estas características:
- Que funcionen con gasolina.
- Que no superen los 460 CV de potencia.
- Que cuenten con homologación Euro3 y posteriores, es decir, que fueron matriculados a partir del año 2001.
Excepcionalmente, es posible
que algunos coches matriculados entre 1995 y finales del 2000 cumplan también con la normativa y pueda realizarse la conversión a GLP. La conversión de los diésel no es aconsejable, ya que la reforma resulta más compleja y costosa.
¿Dónde se realiza la conversión?
En talleres especializados autorizados por Industria en donde instalarán un kit homologado.
Después hay que pasar la ITV para que comprueben que la instalación es correcta y puedan legalizar el cambio. No obstante, solamente se le otorgará la nueva etiqueta ECO a los coches que posean la homologación Euro 4, Euro 5 o Euro 6.
¿En qué consiste la adaptación?
La adaptación consiste en instalar un sistema paralelo al del combustible de gasolina. Se coloca un pequeño depósito para el gas que suele alojarse en el maletero, en el hueco que ocupa la rueda de repuesto.
Asimismo, se instala un circuito para canalizar el gas hasta el motor, que incluye válvulas, filtros, sensores y un inyector específico, así como un mando para seleccionar el carburante a utilizar y una centralita electrónica para controlar el funcionamiento del nuevo sistema de alimentación.
¿Cuánto tarda y cuánto cuesta la reforma?
La reforma puede estar hecha en un par de días, y el importe puede oscilar entre los 1.000 y los 3.000 euros, dependiendo del tipo de vehículo, del modelo y de la cilindrada. Aunque parezca un desembolso importante hay que saber que este combustible suele encontrarse 3 euros por debajo de la gasolina y resulta rentable a partir de 15.000 o 20.000 kilómetros recorridos anualmente.
Si eres una persona que realiza muchos kilómetros en ciudad, es el momento de plantearte la conversión a GLP. Recuerda protegerlo con un Seguro de Coche MAPFRE para conducir con total seguridad.
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