No hay duda de que los vehículos eléctricos están ganando terreno en el mercado mundial, si bien hay aún muchas informaciones y mitos equivocados sobre los mismos, pasando por sus autonomías hasta llegar a sus problemas de recarga, cosas que pueden ser en muchos casos ya desmentidas en la actual situación técnica de este tipo de vehículos.
En Europa, los vehículos eléctricos están tomando ya posiciones de mercado relevantes gracias también al impulso que los gobiernos les están brindando. Además, hay que sumar las millonarias inversiones de los fabricantes y el apoyo decidido de los defensores de la sostenibilidad.
Sin embargo, la transición a la electricidad está siendo mucho más lenta de lo esperado en algunos países como España. El pasado año llegaron al 9,63% del mercado (6% en EE.UU.), frente al 19,3 de la media de la UE o frente a Noruega donde el 79% de los coches vendidos es ya totalmente eléctrico.
Esta transición tan lenta se puede haber visto afectada por obstáculos como las infraestructuras o el precio y coste de los eléctricos, además de otros temas, pero es muy probable que los usuarios no accedan a los vehículos eléctricos por la gran implantación de algunos mitos que desmentiremos a continuación.
Mito: Todos los vehículos eléctricos son muy caros
Esta es una idea general en el mercado ya que los usuarios no están familiarizados con esta nueva tecnología de propulsión y tienen este tipo de percepción.
La verdad es que el precio medio de los eléctricos es un 27% más alto que el de los vehículos de combustión, si bien esta diferencia se ha venido reduciendo en los últimos años y la previsión es que pueda llegar a los mismos niveles.
Es cierto que los vehículos eléctricos no han alcanzado aún los niveles de precio esperables, debido fundamentalmente a que sus baterías siguen siendo muy caras, cosa que empieza a mejorar con la llegada de nuevos modelos y del empuje de las marcas de origen chino.
Los fabricantes de automóviles están trabajando muy intensamente en la reducción del coste de las baterías, en una carrera tecnológica sin precedentes en la historia del sector.
Un dato importante es que, actualmente, el coche eléctrico más vendido en España es el MG4 (desarrollado y producido en China), con un precio por debajo de los 20.000 € contando con todas las ayudas disponibles.
Mito: La recarga de los vehículos eléctricos son lentas
El tiempo necesario para recargar un eléctrico es muy variable, lo que no significa que la recarga tenga que ser extraordinariamente larga, o que este factor sea el detonante de acceso a vehículos eléctricos.
De hecho, hay varios tipos de recarga:
- Carga de nivel 1: en toma de corriente normal, hasta 2 días para cargar un coche eléctrico de 0 hasta el 80%.
- Carga de nivel 2: con tiempos de recarga de 0 al 80% entre 4 y 10 horas.
- Carga de nivel 3: (carga rápida de CC): entre 20 minutos y una hora.
Mito: Los vehículos eléctricos son muy lentos.
En la actualidad, con una gran oferta de vehículos eléctricos en el mercado, todos ellos ya con una tecnología muy avanzada, el rendimiento y la agilidad de este tipo de vehículos es muy elevado, incluso mayor al de sus modelos comparables de combustión, aportando además aceleraciones continuas desde el primer momento que superan, sin duda, a las progresivas de los motores térmicos.
Mito: Los vehículos eléctricos se encuentran con dificultad
Este es sin duda un mito completamente superado en la actualidad, ya que prácticamente todas las marcas ofrecen ya en su gama múltiples modelos eléctricos y electrificados, pudiendo acceder a los mismos en las redes de venta de la misma manera que los vehículos térmicos actuales o incluso.
Mito: Se necesitan como mínimo 650 km de autonomía
Hay muchos usuarios que consideran que necesitan 650 km de autonomía y no están dispuestos a aceptar menos de 500 km de autonomía total.
Sin embargo, los expertos del sector afirman que un conductor medio con hábitos normales de desplazamiento laboral y que realizar ocasionalmente viajes largos, le bastaría con una batería con 500 km de autonomía, que es prácticamente la media de la oferta en el mercado actual.
Es cierto que la recarga pública tiene aún un gran camino por recorrer, si bien tal y como están las cosas actualmente los habitantes de zonas urbanas y suburbanas no necesitan siquiera los 600 km de autonomía.
Mito: En el mercado no hay aún un vehículo eléctrico adecuado a mis necesidades
En el mercado actual la oferta de modelos y variantes es ya muy elevada y será difícil no poder encontrar alguno acorde a las necesidades de cada usuario. Hay Berlinas de lujo, Crossovers, SUVs, turismos normalizados y prácticamente de todos los nichos de mercado.
Mito: Los coches eléctricos contaminan más que los térmicos
Mucha gente asume que los vehículos eléctricos en toda su vida útil desde su fabricación hasta su desuso producen más contaminación que los térmicos.
En realidad hay que tener muchos factores en cuenta para poder afirmar esto, desde la extracción de las materias primas necesarias para sus baterías hasta su fin y potencial reciclado, así como hay que considerar que durante su funcionamiento los vehículos eléctricos no emiten gases de efecto invernadero.
Aunque es cierto que el proceso de fabricación y producción de las baterías puede ser algo preocupante por su contaminación de carbono, si bien a lo largo de la vida útil un vehículo eléctrico sus emisiones totales derivadas de su fabricación, carga y conducción son inferiores a las asociadas a los actuales vehículos térmicos, por lo que los vehículos eléctricos tienen el potencial de ser mucho más limpios que los térmicos a los que irán sustituyendo.
Mito: las reparaciones y el mantenimiento de los vehículos eléctricos son más complejos
Hay diferencias y similitudes entre el mantenimiento de un coche de combustión y uno eléctrico, ya que ambos necesitan neumáticos, limpiaparabrisas, líquido limpiaparabrisas, así como reparaciones de suspensión, carrocería y frenos de cuando en cuando.
Sin embargo, los vehículos tradicionales precisan mantenimientos regulares tales como cambios de aceite, que los eléctricos no necesitan, así como los eléctricos tienen baterías y no tienen motor ni bujías y en general tienen muchas menos piezas móviles.
Las estadísticas ya demuestran que las reparaciones de los coches eléctricos no son más complejas ni más largas y costosas que las de los coches de combustión interna, y además los fabricantes están realizando importantes presupuestos para la formación de reparación de sus talleres sobre esta nueva tecnología.
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