El De Dion-Bouton et Trepardoux se trata de una pieza única, subastada hace años por la prestigiosa casa RM, que funciona con un motor de vapor y cuyo proceso de combustión necesita una media hora para dar vida al auto. Este modelo de cuatro ruedas fue construido por el conde francés de Dion, uno de los fundadores de la empresa que lo fabricó, y que fue nombrado “La Marquesa” en honor a su madre.
Lanzado años antes de la llegada del primer automóvil de gasolina, “La Marquesa” es una pieza única e histórica que participó en la primera carrera de coches de la historia en 1887 así como en cuatro carreras Londres-Brighton-Londres. Cuenta con un motor que solamente necesita carbón, madera y pedazos de papel para generar la cantidad de vapor necesaria para moverse.
La disputa sobre cuál es el primer coche de la historia que se conserva
La firma, que fuera propietaria de esta auténtica reliquia hasta su subasta en el año 2011, afirmó que este coche podía llegar a una velocidad máxima de 61 kilómetros por hora y que, hasta la fecha de su astronómica venta, solo había tenido cuatro propietarios en los últimos 127 años.
Informes de la prensa de Estados Unidos señalaron que otro automóvil que se exhibía en el Museo Nacional del Automóvil de Gran Bretaña era el coche más antiguo del mundo. Sin embargo, los informes señalaban que el automóvil británico sólo contaba con tres ruedas y que requería de una segunda persona para que se ocupara de la caldera.
Una auténtica reliquia digna de admiración que poco se parece a los vehículos más actuales. La industria del automóvil ha evolucionado mucho en la última década, de la misma manera que lo han hecho las necesidades al volante. Por suerte, la seguridad es un aspecto que ha mejorado mucho. Así, si buscas las soluciones más innovadoras al volante, los Seguros de Coche MAPFRE son la opción perfecta para conducir con las mejores protecciones en todo momento: flexibles y adaptadas a las necesidades de los conductores de nuestro tiempo.
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