Un buggy es un vehículo off-road diseñado para ir por la montaña, por la playa a lo largo de la costa, entre dunas o en prados y campo. Es un tipo de vehículo de recreo, por lo que cuando uno se pone a los mandos de un buggy, lo que prevalece, generalmente, es la diversión. Sin embargo, no hay que dejar de lado la seguridad. Por eso, conviene saber cómo conducir un buggy, qué carné se necesita o que normas hay que cumplir para estar a salvo de accidentes.
¿Qué es un buggy?
Un buggy es un vehículo con un chasis ligero, carrocería sin techo rígido y cuatro ruedas grandes con neumáticos anchos, que se utiliza sobre todo para recorrer terrenos arenosos o montañosos.
Los buggies se componen, normalmente, de partes de otro vehículo modificado -como el motor- montadas sobre un chasis abierto con el fin de aumentar la ratio entre la potencia y el peso.
Los primeros datos que se conocen sobre estos vehículos datan de la década de los cincuenta en California (Estados Unidos). Aquellos buggies eran toscos y pesados. Se fabricaban de forma artesanal por aficionados, que diseñaban sus vehículos en sus propios garajes sobre la base de un Volkswagen Escarabajo, y de ahí su nombre (del diminutivo en inglés de “bicho”: bug).
Por entonces aquel era un hobby de unos pocos. Habría que esperar a la década de los sesenta para que naciera el primer buggy original, más ligero y manejable. Bruce Meyers, que vendía tablas de surf en Pismo Beach (California), tuvo la idea tras ver a un surfero recorriendo las dunas en un Wolkswagen Bettle destripado. Así comenzó a fabricar su obra: un monocasco montado sobre los ejes y la dirección de un Escarabajo, carrocería de fibra de vidrio, un motor bóxer refrigerado por aire y dos asientos. En 1964 lo tenía terminado, y lo bautizó como Meyers Manx. Por casualidades del destino, su mujer contó la hazaña a sus colegas de la revista Road&Track. Y parece que les gustó, porque unos días más tarde, sacaron el buggy en portada.
En la actualidad, los usuarios de este vehículo son aquellos que disfrutan de la conducción rápida y sin fronteras, aunque también hay una gran cuota de mercado que los usa para trabajos en el campo, sin olvidar que los buggies también son muy utilizados en el ejército gracias a su gran maniobrabilidad y potencia.
¿Qué carné se necesita para conducir un buggy?
Para conducir un buggy es imprescindible tener el carné de conducir tipo B que, además de habilitar para conducir turismos, permite conducir otro tipo de vehículos, entre los que se encuentran todos los micro coches y vehículos que hayan sido homologados como cuadriciclo, es decir, las dos categorías de cuadriciclo ligero (peso máximo de 350 kg y potencia máxima de 4kW) y el cuadriciclo normal que puede llegar hasta los 550 kg como máximo y la potencia hasta los 15 kW (20 CV). Los vehículos tipo buggy de cuatro ruedas de más de 15 kW llevan homologación de turismo.
¿Es obligatorio el uso de casco?
El uso del casco es obligatorio tanto para los quads como para vehículos especiales como los buggies. Éste debe ser homologado para garantizar la seguridad del conductor. Para identificarlo, hay que mirar en el interior del mismo, donde tiene que aparecer una etiqueta blanca con la letra “E” y el número del país donde ha recibido la homologación.
Además, según informa la Dirección General de Tráfico, el casco debe ser «integral con visera o gafas para protegerse del barro y piedras lanzadas por los vehículos que circulan delante (sobre todo si se va por caminos)», y también recomienda protegerse con guantes y pecheras.
Lo que necesitas saber sobre cómo conducir un buggy
Los buggies suelen pasar desapercibidos al resto de conductores por sus características y por estar muy cerca del suelo. Cuando haya otros vehículos alrededor, no hay que dar por hecho que los demás pueden verlo, por lo que siempre es bueno conducir a la defensiva.
No hagas giros cerrados, ya vayas rápido o despacio, o sobre cualquier tipo de terreno. Esto puede hacer que el buggy vuelque.
Presta la máxima atención a la reacción del vehículo ante un subviraje o sobreviraje (aquí te explicamos qué son estos términos). Practica la frenada que suele utilizarse en los Rallys, es decir, pisar el freno con el pie izquierdo. A pesar de tener menos estabilidad, se gana contundencia.
Si quieres efectuar saltos, la forma de hacerlo con seguridad es incrementando progresivamente la velocidad hasta llegar a la que te permita despegar y aterrizar sin ponerte en peligro. La clave está en soltar un poco el acelerador antes de dar el salto y volver a pisarlo en el momento de coronar el obstáculo.
Si conduces por una playa, hazlo siempre por las rutas destinadas a estos vehículos. De esta manera, evitarás las dunas de arena, pero sobre todo, cruzarte con los peatones.
Por último, recuerda que el uso del móvil mientras se conduce o ponerse a los mandos bajo los efectos del alcohol está prohibido.
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