Si te apasiona el mundo del motor vintage, te encantará todo el proceso de restauración de un coche clásico para convertirlo en una obra de arte. Pero, antes de ponerte manos a la obra, debes elegir el modelo más adecuado según características, precio, homologación, etc.
Una vez elegido el modelo y tras restaurarlo, debes buscar una póliza que se adapte a tu vehículo, como el Seguro para Coches Clásicos MAPFRE, una solución para coches de más de 25 años al mejor precio.
Debes asegurarte de que el coche podrá restaurarse sin mucha dificultad y que, en caso de necesitar recambios, no te sea imposible conseguirlos. A ello, hay que sumar otros factores, como el precio, el uso que le dio su anterior dueño, los detalles de fabricación, etc. Si es la primera vez que te adentras en este mundo es conveniente que busques asesoramiento en un taller especializado o un club histórico.
Entre los modelos más económicos y de fácil restauración destacan los siguientes:
Ford Mustang
Es, para muchos, el mejor coche americano de la historia y el más buscado por los amantes de la restauración. Vio la luz en 1964 de la mano de Henry Ford y aun hoy se sigue fabricando.
Aunque es de origen americano, la importación es relativamente sencilla y su precio ronda los 1.500 euros (incluye el coste de bajarlo del barco, los trámites en la aduana y el seguro obligatorio).
En cuanto a la restauración, hay que destacar que la propia marca sigue fabricando muchas de sus piezas, lo que facilita mucho a la hora de reponer aquellas que se hayan deteriorado. Por ejemplo, se puede obtener un chasis nuevo por unos 15.000 euros, un precio más reducido que si intentas cambiar el esqueleto del Ford Mustang por tu cuenta.
Volkswagen Escarabajo
El Volkswagen Escarabajo, surgido a principios del siglo pasado en Alemania y comercializado hasta 2003, es uno de los coches más populares del mundo, caracterizado por su gran durabilidad, su fácil mantenimiento y un diseño que aún sigue enamorando. Es el coche con más producción de la historia, con más de 21 millones de unidades vendidas. Gracias a ello, hoy en día es fácil encontrarlo por un precio que parte desde los 4.000 euros. Además, sus reparaciones son sencillas, y es muy fácil encontrar piezas de repuesto, lo que es un punto a favor para incluirlo en esta lista.
Chevy Camaro
El muscle car de Chevrolet es uno de los coches más deseados por los amantes de los modelos americanos. Nació en 1967 como rival directo del Ford Mustang, aunque el tiempo lo ha convertido en un referente en sí mismo.
El precio de un Chevy Camaro para restaurar no es elevado, incluso hay casos -aunque los menos- en los que se puede adquirir por unos 2.000 euros. Es, sin duda, uno de los coches americanos más baratos y resultones.
Reconstruir y encontrar piezas de repuesto no es complicado. Por ejemplo, puedes encontrar carrocerías completas para los tres primeros modelos del Chevy Camaro en Dynacorn, compañía internacional dedicada desde 1984 al suministro de piezas para muscle car; o interiores completos de los años 60 y otras piezas en Camaro Central, dedicado en exclusiva al suministro de piezas para el Camaro clásico.
Seat 124
Seat 124, comercializado entre 1968 y 1980 en versión berlina, familiar y coupé (incluso para competición), es uno de los modelos más populares en la historia de la marca española.
No es difícil encontrar uno a buen precio en el mercado de ocasión, así como las piezas de recambio necesarias. Es una buena inversión, siempre que su carrocería se conserve en buen estado. No hay que olvidar que uno de sus puntos débiles son los problemas de óxido y corrosión que puede presentar en la carrocería, sobre todo en los marcos de las puertas, los pasos de ruedas y el maletero.
¿Cómo homologar un coche clásico restaurado?
Una vez restaurado, si quieres que el coche se catalogue como histórico debe tener al menos 30 años de antigüedad y tiene que estar exactamente igual que como salió de fábrica. Para ello, hay que acudir a un laboratorio oficial con el vehículo y la siguiente documentación:
- Fotocopia del DNI.
- Fotocopia de la ficha técnica original (o permiso de circulación).
- Certificado de alta en un club de vehículos históricos.
- Informe del fabricante.
- Si el coche es de importación, justificante de compra original (o ficha técnica del país de origen).
- Fotografías del interior y exterior del vehículo.
Con todo, el laboratorio emitirá un informe en el que indicará si el coche es apto para ser catalogado como histórico. Si es así, el siguiente paso es acudir a la delegación provincial de Industria para que se establezcan los requisitos y plazos de la ITV que debe cumplir.
Finalmente hay que llevar los dos informes a la ITV para obtener la tarjeta ITV, con la que ya se podrá matricular el vehículo.
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