El 1 de septiembre de 2018, la Unión Europea hizo efectivos los reglamentos UE 244/2009 y UE 1194/2012, por los que se prohíbe, de forma progresiva, la producción e importación de bombillas halógenas para la mayoría de usos en todo el territorio europeo. Es decir, el invento creado en 1882 y popularizado por General Electric ha pasado a la historia en el viejo continente. Pero no lo ha hecho por completo, existen algunas excepciones. ¿Afecta la prohibición a las luces halógenas de los coches?
Normativa bombillas halógenas
Las directivas mencionadas anteriormente establecen los requisitos de diseño ecológico que se deben aplicar a los productos que utilizan energía, que representan un volumen significativo de ventas y comercio, que tienen un importante impacto medioambiental y que presentan posibilidades significativas de mejora en lo referente al impacto medioambiental.
La primera prohibición llegó en 2009 con las bombillas incandescentes, y esta -la de las luces halógenas- es la última fase de este ambicioso proyecto de ecodiseño que pretende mejorar la eficiencia energética en una amplia gama de electrodomésticos.
¿Por qué se eliminan las bombillas halógenas?
Uno de los motivos por los que se ha eliminado la luz halógena es que, a diferencia de otras alternativas, como los LED o las fluorescentes compactas (CFL), las halógenas utilizan una gran cantidad de energía.
Las luces halógenas constan de un filamento de tungsteno dentro de un gas inerte y una pequeña cantidad de halógeno. En comparación con sus hermanas mayores, las incandescentes, tienen mayor capacidad lumínica y su vida útil es superior, pero palidecen comparadas con las más modernas.
Una bombilla halógena de unos 400 lúmenes consume alrededor de 30 Watios, mientras que una LED solo necesita unos 9 W para conseguir esa potencia. En cuanto a la durabilidad, las primeras tienen una vida de entre 2.000 y 5.000 horas, y las LED de entre 15.000 y 50.000 horas. Además, no hay que olvidar que las bombillas halógenas contienen sustancias altamente tóxicas, como argón y mercurio.
¿La medida afecta a los faros de los coches?
Desde hace décadas, las bombillas halógenas en los coches han sido una constante en la fabricación de los faros delanteros y, a tenor de la prohibición de estas luminarias en el ámbito doméstico, no sería descabellado pensar que también se eliminarán de los faros de los coches. Lo cierto es que, con el tiempo, se hará. Pero por el momento, esta medida no afecta a los usuarios de un vehículo con bombillas halógenas.
En concreto, la prohibición afecta a las bombillas omnidireccionales fabricadas en cristal con casquillos E27 y E14, y a las direccionales con conectores G4 y GY6.35. Estas dos últimas -que son las que se utilizan en los coches- solo se podrán seguir usando en el sector de la automoción, y se podrán seguir comprando -de forma legal- durante los cinco años siguientes a la fecha de fin de fabricación del vehículo.
Por tanto, no existe la obligación de sustituir las bombillas halógenas por otras más eficientes en orden a este reglamento. Incluso se podrán seguir encontrando recambios en el mercado.
¿Se pueden cambiar las bombillas halógenas de un coche por unos LED?
Aunque las luces halógenas no están prohibidas en los coches, lo cierto es que las nuevas tecnologías de iluminación, con los LED a la cabeza, así como los sistemas de iluminación inteligente, están ganando cada vez más terreno a los codiciados faros halógenos de antaño. Es por ello que muchos usuarios se plantean la posibilidad de cambiar las bombillas por LED.
Proceso de homologación e ITV
En primer lugar, hay que aclarar que cualquier cambio de formato relacionado con la iluminación del coche se considera reforma, por lo que debe pasar por una homologación.
Para ello, además de que los nuevos faros cumplan la normativa de la UE, hay que conseguir:
- Un informe o documento oficial que acredite que el fabricante está de acuerdo con la modificación en el sistema de alumbrado.
- Un certificado del taller en el que se ha realizado el cambio.
Esta documentación hay que entregarla en la ITV, donde se realizará una inspección y, si todo está en orden, se homologará el cambio, quedando reflejado en la ficha técnica.
Si la modificación no cumple esos requisitos, el vehículo no pasará la ITV.
¿Cuánto cuesta cambiar las luces?
Este proceso suele tener un coste elevado. El precio de unas luces LED homologadas por la UE puede rondar los 50 euros, cifra a la que hay que sumar el coste de la instalación (solo puede realizarse en un taller), las tasas de la ITV (que varían de una comunidad a otra) y la documentación. En total, la cifra puede rondar entre 300 y 400 euros.
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