Tener un coche sin llave será cada día más habitual, el funcionamiento es bastante sencillo y permite que no tengas que estar pendiente de sacar una llave para abrir tu coche, lo que resulta muy cómodo, sin duda. ¿Sabes cómo funciona este tipo de sistemas? Te interesa, tanto si ya tienes este tipo de apertura en tu coche, como si piensas adquirirla en un futuro.
¿Cómo se burla un sistema de apertura sin llave?
Los fabricantes diseñan e implementan sistema de apertura en sus vehículos que combinen comodidad y seguridad, el caso de la llave inteligente es el más popular actualmente. Sin embargo, ninguno lo es de forma infalible y es posible manipularlo para que el coche no solo se abra en presencia de su propietario. Cuando se presenta este tipo de escenario, solo la cobertura de robo completa que te brinde tu seguro te ahorrará disgustos y minimizará el grave problema que supone que te roben el coche o dentro de él.
La forma de burlar la eficiencia de un coche con apertura sin llave es usar un amplificador. La señal que emite el coche para comunicarse con la llave es de un alcance muy pequeño, por debajo de un metro, para que sea imprescindible que el propietario esté muy cerca. Sin embargo, ¿Qué ocurre si a menos de un metro, hay colocado un amplificador que capte esta señal y la haga crecer?
El vehículo queda en situación vulnerable, cuando la señal pasa de ser corta a ser larga por el efecto del amplificador. Aunque la llave esté lejos -en casa del propietario o en su bolso o bolsillo, mientras come en un restaurante cercano- recibe la señal y manda el código de apertura. El vehículo se abre, aunque el propietario esté lejos, de hecho, es totalmente ajeno a lo que está ocurriendo.
¿Cómo funciona la apertura sin llave en un coche?
Para empezar, hay que puntualizar que, aunque no existe una llave en el sentido clásico, los coches sin llave sí necesitan un dispositivo que conecte con el coche para accionar la apertura, el cierre y el arranque, que son las tres funciones principales del sistema.
Los sistemas smart key o keyless necesitan diferentes elementos para cumplir con su misión:
- Receptores ubicados en los accesos al coche y dentro del mismo.
- Botones táctiles en las manillas de las puertas del coche
- Transmisor de corto alcance de identificación de la llave de contacto.
- Bloqueo eléctrico de la dirección.
- Botón de arranque
- Centralita de control programada para controlar todo el proceso.
La sucesión de actos para entender cómo se abre un coche sin llave se resume en tres pasos:
- El conductor se aproxima a su coche con la llave -transmisor de identificación de corto alcance- en el bolsillo o en el bolso, por ejemplo.
- Cómo el propietario quiere abrir su coche, toca los sensores o botones de la puerta del coche para accionar el sistema de apertura y la conexión entre transmisor y vehículo. Este paso es fundamental para garantizar que el coche se abre solo, cuando su dueño quiere y confirma la acción con el toque, no solo con la proximidad de la llave.
- Los receptores del vehículo emiten una señal de radio al transmisor –llave- y este responde enviando el código de radio que da acceso al vehículo. La centralita lo recibe y de acuerdo con su programación, desbloquea las puertas.
Aunque estos tres pasos parecen un largo proceso, la tecnología permite que sea cuestión de segundos, se trata de un acceso cómodo y práctico para los propietarios de coches con este innovador sistema.
¿Es posible protegerse contra el efecto de un amplificador de señal?
Para evitar el efecto de un amplificador de señal los expertos en seguridad recomiendan no preocuparse por este dispositivo, sino proteger tu llave para que no siempre esté receptiva y, por lo tanto, no reciba señales lejanas -amplificadas- de tu coche.
El metal bloquea las señales de radio, efecto jaula Faraday, por lo que guardando la llave dentro de cajas de metal se evita que pueda recibir señales amplificadas y responda a ellas, abriendo el coche cuando no es seguro.
La proliferación de este tipo de asaltos a los coches sin llaves hace más sencillo encontrar en los comercios especializados y en Internet, bolsas de metal conocidas como bolsas Faraday que protegen a los transmisores y que no cuestan más de cinco euros de media.
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