Cuando se dice Harley-Davidson, vienen inmediatamente a la cabeza imágenes de América: carreteras largas y rectas, motores V-Twin y clubs de motocicleta (unos duros como los Hell’s Angels, otros no tanto como Sons of Anarchy). Pero lo cierto es que las imágenes no son tan bellas a ese lado del Atlántico y que hay mucho más para esta marca, que la Ruta 69.
El fabricante de Milwaukee acaba de publicar los resultados de su último cuatrimestre de 2016, en los que las ventas en su país original (donde históricamente había sido más fuerte) demostraban estar estancándose.
Los resultados, de hecho, son ligeramente ascendentes, principalmente por los mercados exteriores en donde pueden comercializar bien su imagen del ‘American Way’. Uno de los mercados con mayor crecimiento ha sido Australia, con un aumento del 5% para llegar a las 10.282 unidades.
Matt Levatich, el presidente de Harley Davidson, se muestra optimista. Para combatir este lento crecimiento ha decidido que abrirán más de 200 concesionarios nuevos fuera de su país originario y dejó caer la afirmación más jugosa de toda la rueda de prensa: en cinco años presentarán 50 modelos nuevos de las emblemáticas motocicletas.
Su aliciente a esta ambiciosa medida ha sido el éxito de sus últimos grandes proyectos que han introducido recientemente: LiveWire (la moto eléctrica), la gama Rushmore (ideada para el touring) o la última versión de su poderoso motor, el Milwaukee Eight (otro V-Twin enorme que sustituye a la generación anterior).
“Si las personas estaban emocionadas con estos proyectos, no han visto nada todavía”, afirmó en las declaraciones. Aunque 50 motos en cinco años puedan parecer muchas, no hay que olvidar que desde 2013, cuando anunciaron su motocicleta eléctrica, han introducido 25 modelos nuevos o revisados.
Parte de la estrategia a largo plazo de Levatich es reinventar segmentos de sus productos e intentar entrar en nuevos. ¿Quién sabe? Es posible que estemos ante la nueva era de motos de campo o deportivas Harley. Quizás intenten resucitar Buell-
Otro de los planes que había insinuado era el de aumentar su gama de “motos-escuela”, así que es posible que veamos más motos como la Street 500, una pequeña Harley diseñada para los conductores nóveles que quieran subirse a la marca de motos más reconocible de todo Estados Unidos.
Esta es una idea sensata, ya que la mayoría de compradores de motos han perdido el interés en las superdeportivas de 1.000 cc que son, sin duda, demasiado potentes para un uso urbano diario; sí, es posible llevar una R1, pero están mucho mejor en los circuitos o en las manos de algún piloto que sepa lo que está haciendo. Las vías de las ciudades no son lugar para creerse Marc Márquez.
Otra pista parece apuntar a que los motores Milwaukee Eight llegarán a las cilindradas de 107 y 114 pulgadas cúbicas (1750 y 1870 cc), para sus modelos touring más grandes. “El lanzamiento del motor es una señal de la innovación que estamos llevando a cabo en Harley-Davidson”, afirmaba Levatich. “Estamos seguros de que nuestra gama 2018 ayudará a las ventas. Nunca he estado tan satisfecho con los productos que tenemos en el horizonte”.
Hace poco, Harley fue objeto de la controversia cuando Donald Trump canceló un viaje que había planeado al museo de Harley-Davidson en el estado de Milwaukee. El objetivo era hablar del estado de la industria norteamericana, tras unas inquietantes declaraciones sobre la industria automotriz (Trump había amenazado a Ford por crear una fábrica en México).
Activistas anti-Trump se habían organizado para protestar en el museo cuando se supo que cabía la posibilidad de esta visita, y Harley negó haber invitado al presidente. En cambio, fueron los ejecutivos de la marca quienes fueron a Washington para reunirse.
Harley en Estados Unidos comercializa fuertemente sus productos al público objetivo de negros, latinos y mujeres, que son grupos bastante reacios a Trump de por sí, y antes las ventas paralizadas, lo último que necesita la marca es polarizar a sus clientes a través de la política.
En cualquier caso, aunque no diera más detalles de las motos que planean producir en estos cinco años, Levatich afirmó que estos nuevos productos “cambiarán la concepción que tiene el mundo de Harley-Davidson. Nos llevarán a nuevos mercados. Estamos sin duda entrando en una nueva fase de desarrollo de productos”.
Las inversiones en este desarrollo de productos y eficiencias de producción tendrán beneficios tangibles para la marca de Milwaukee. “No solo hacemos motocicletas, también creamos conductores. Nos estamos enfocando en la siguiente generación de compradores”.
Esta última afirmación es interesante, pues la edad media del conductor de Harley está por encima de la de cualquier otra marca. En parte se debe a que los compradores adultos americanos ven una cierta nostalgia por el “made in USA” y comprar una moto japonesa todavía tiene aparejados unos tintes de traición patriótica.
El otro elemento, por supuesto, es el precio de las motocicletas. La Road King, por ejemplo, una de sus máquinas touring más emblemáticas empieza a configurarse en 19.000 dólares, que es únicamente asequible para personas que ya tienen un (buen) trabajo consolidado. Sin duda, lejos del alcance de “la siguiente generación de compradores”.
Sin duda, una de sus estrategias de marketing es la de producir series de televisión que refuercen la imagen de Harley como la moto americana por excelencia ante los ojos de los jóvenes. No por nada están detrás de ‘Sons of Anarchy’ o ‘Harley and the Davidsons’.
Sea como fuere, los aficionados a las motos americanas están de enhorabuena. Tras el reciente fallecimiento de Victory (que parecía que podía plantarle cara a Harley), vuelven las dos opciones tradicionales: Indian y Harley. Nos quedan cinco años para saber cuáles serán sus motos nuevas. Sus 50 motos nuevas.
Así que, si tienes una o te enamora uno de sus nuevos modelos (habrá muchos de donde elegir), recuerda que podrás asegurarla con los Seguros de Moto MAPFRE. Con un amplio abanico de ofertas, desde el básico a terceros hasta las coberturas más completas, podrás estar tranquilo de que tu única preocupación sea que te propulsen los dos pistones del Milwaukee Eight hacia el sol poniente, como en ‘Easy Rider’.
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