Es conveniente saber que el cambio de la correa de distribución es una operación bastante compleja, aun siendo mucho más habitual de lo que los usuarios piensan. Es por ello que este cambio debe ser realizado en el momento adecuado ya que de esta forma evitaremos por posteriores problemas importantes del motor.

En el caso en el que la correa se rompa, se perderá la sincronización del motor y el funcionamiento de los pistones y válvulas será completamente irregular y aleatorio, por lo que se haría necesario sustituir también las válvulas para conseguir que el motor vuelva a funcionar.

Explicaremos a continuación el procedimiento para cambiar la correa de distribución, si bien no se trata de una operación sencilla y es necesario tener algunos conocimientos de mecánica y contar con algunas herramientas específicas.

Motivos para cambiar la correa de distribución

La correa de distribución es un elemento fundamental para el correcto funcionamiento del motor ya que sincroniza su funcionamiento de forma global y un posible fallo de la misma hará imposible hacer que el motor funcione.

La correa de distribución se debe cambiar preventivamente para evitar que se rompa por el desgaste, ya que en caso de romperse puede dañar otras partes del motor e incluso llegar a destrozarlo por completo y dejarlo totalmente inoperativo.

Hay que recordar que el cambio de la correa de distribución es una de las operaciones más caras a realizar, pero hay que tener en cuenta que, si no se hace y se rompe, la noticia será mucho peor, incluso siendo necesario cambiar el motor completo.

Fuente: revista Motor Mundial

Herramientas necesarias

Como mínimo hace falta:

  • Caballete: para mantener el coche elevado mientras se hace el cambio de correa de distribución.
  • Caja de herramientas: llave cruz, llaves fijas, vasos, carraca, destornillador y llaves Allen.
  • Gato hidráulico: para levantar el coche y retirar una de las ruedas.
  • Guantes: para proteger las manos de los líquidos del motor.

Pasos para realizar el cambio de la correa

Los pasos a seguir en orden cronológico son los siguientes:

  • Elevar el coche con el gato hidráulico y retirar una rueda (la que corresponda según la posición de la correa), utilizando el caballete para mantener el coche en posición.
  • Retirar si es necesario la correa de accesorios y las protecciones de la distribución.
  • Bloquear las poleas, apuntalando el motor.
  • Sincronizar el motor, girando el motor con el tornillo del cigüeñal hasta que se alinee por completo.
  • Aflojar el rodillo tensor y sacar la correa de distribución.
  • Desmontar los rodillos tensores y la bomba de agua. Es recomendable aprovechar el cambio de la correa para cambiar también la bomba de agua.
  • Colocar la nueva correa de distribución: montando de nuevo los rodillos y asegurando que esté bien alineada y que el ajuste de la tensión sea correcto con el rodillo tensor y dándole varios giros al motor.
  • Colocar la correa de accesorios y la protección si se quitaron.
  • Purgar el líquido de refrigeración.
  • Arrancar el coche y comprobar el funcionamiento de la correa: Acelerando de manera brusca varias veces para comprobar si la correa tiene una correcta tensión (si la correa está poco tensa, vibrará y hará un zumbido al desacelerar, mientras que si está muy tensa silbará al ralentí y cuando se acelera).
  • Tras esta comprobación colocar de nuevo la rueda que se desmontó al inicio del proceso.