Los mejores coches para taxi
Resumen del contenido
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Los años de experiencia de MAPFRE en el sector de la automoción nos avalan como fuente de información veraz y práctica que te ayuda en el día a día de tu vehículo.
El sector taxi tampoco permanece impasible ante los cambios que se están produciendo en el mundo del automóvil y por ello, los modelos híbridos cada vez más están ganando protagonismo gracias a su reducido consumo en el medio urbano.
A continuación te ofrecemos nuestra selección de los que consideramos los mejores coches para taxi; un sector en el que factores como los costes de utilización, de adquisición, fiabilidad y facilidades para conseguir un seguro son más que importantes. En este último aspecto, recuerda siempre contar con una compañía de confianza y contratar tu Seguro de Coche MAPFRE con las coberturas que más se adapten a ti.
El rey de los híbridos para un taxi rentable: Toyota Prius
Este modelo es el coche perfecto para el taxi por diferentes razones:
- Menor consumo en ciudad frente a otros vehículos no híbridos. Aunque este consumo depende del uso del coche, la conducción y el contexto, el ahorro sigue siendo considerable a pesar de usar un combustible más caro que el de los diésel.
- Menor coste en los mantenimientos debido a su motor de gasolina, a los precios de Toyota, a que la correa de distribución no necesita cambiarse y a que su embrague lleva una caja de variador con un mantenimiento escaso y barato.
El Toyota Prius tiene cada vez más adeptos entre los taxistas.
Una de las desventajas económicas que podemos citar del Toyota Prius es el cambio de las baterías a los 20.000 km con un precio de 2.000 euros aproximadamente.
Dado que el ahorro de combustible en ciudad es una realidad y que los mantenimientos son bastante baratos y menos complicados, se compensa tanto el mayor precio de adquisición como el cambio de las baterías. A estos beneficios de rentabilidad tenemos que sumar una conducción muy relajada y silenciosa con cambio automático que reduce mucho la fatiga en la conducción diaria.
Dos clásicos del sector del taxi: Seat Toledo / Skoda Rapid
Dentro de los modelos convencionales encontramos el Seat Toledo y el Skoda Rapid, que también se presentan como una buena opción. Ambos modelos ofrecen similares prestaciones aunque se diferencian en el estilo y equipamiento, pero se producen en la misma línea de montaje.
El Skoda se suele vender mejor debido a que hay más taxistas que vienen de un Skoda, sobre todo Octavia de primera o segunda generación, y prefieren seguir con la marca. Seat perdió mucha clientela en el taxi con la generación anterior del Toledo y el Altea.
El Skoda Rapid y su hermano el Seat Toledo son las mejores propuestas entre los coches térmicos.
Tanto el Seat Toledo como el Skoda Rapid tienen un tamaño compacto con una buena habitabilidad y un maletero sorprendente. Además están fabricados para tener un precio accesible.
El motor que se suele usar es el 1.6 TDI en sus versiones de 90 y 105 CV. Entre éstas, es recomendable la variante de 90 CV, más barata, con unas prestaciones dignas y que con una conducción eficiente consume ligeramente menos.
Si buscas un taxi eléctrico: Nissan Leaf
Es una de las primeras alternativas reales en cuanto a coches eléctricos para el taxi. Según Nissan, este sector puede adquirirlo desde 12.000 euros teniendo en cuenta todos los descuentos y rebajas fiscales posibles.
Además, como vehículo eléctrico que es, consume una media de entre 1 a 2 euros cada 100 km, convirtiéndose así en el modelo de coche más económico en su funcionamiento. Los mantenimientos del Nissan Leaf son también muy bajos, no necesita cambios de aceite, filtros, correas o embragues. Aunque como contra debemos destacar que su problema de autonomía reduce su círculo de acción a los centros de las ciudades donde puede realizar en torno a 170 o 200 km en función de las condiciones de conducción.
Una berlina económica para el sector del taxi
Antes de la llegada del C-Elysée, la marca había perdido demasiados clientes relacionados con el sector del taxi. La explicación de esto hay que buscarla en la escasa gama de berlinas económicas y sencillas para el sector, en pro de los monovolúmenes y coches compactos. A pesar de ello, con la nueva versión del C-Elysée movida por GLP esta tendencia comenzó a cambiar.
El GLP o autogas es un combustible mucho más barato que el diésel y menos contaminante. Esto es un punto muy positivo en grandes ciudades con un alto tráfico, como Madrid, donde se exige a los taxis que cumplan con una homologación bastante estricta en cuanto a emisiones.
En el caso del Citroën C-Elysée VTI 115 GLP, la motorización es de gasolina, de 1.6 litros atmosférico, muy fácil de mantener, con 115 CV y con un cambio manual de 5 marchas. Con este modelo se consigue una reducción de las emisiones por debajo de los 140 g/km de CO2 y además no emite óxido de nitrógeno, algo que sí ocurre en los coches diésel.
Gracias al bajo precio del GLP (casi la mitad que el de la gasolina), el C-Elysée VTI 115 GLP puede tener un coste por kilómetro inferior que la variante diésel, aunque este coste será más alto cuando consuma gasolina. Por ello, es muy importante que los tanques de GLP ofrezcan una autonomía alta para que sea doblemente ventajoso.
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